Fréscano
es una de las localidades que cuenta con mayor número de monumentos declarados
en nuestra comarca y una de las que mayor atención han dedicado a su
Patrimonio, a pesar de lo cual ha sido allí donde se ha perpetrado uno de los
más graves atentados contra el mismo.
Por un
lado, son cinco los yacimientos arqueológicos existentes en su término,
declarados “Conjuntos de Interés Cultural” por Decreto 17/2001 de Gobierno de
Aragón: Burrén, Burrena, La Cruz, El Morredón I y el Morredón II.
En
torno a los de Burrén y Burrena el Ayuntamiento de Fréscano creo un Parque
Arqueológico que se ha convertido en uno de los principales atractivos de la
localidad. Junto a un reproducción de una casa de la I Edad del Hierro, hay
senderos botánicos, rastros de animales y una amplia oferta de actividades fundamentalmente
dirigidas a escolares.
Por
Decreto 277/2001 fue declarado “Bien de Interés Cultural” la ermita de Santa
María de la Huerta, un importante monumento medieval, objeto de una ampliación
en el siglo XVI, sobre cuya singularidad fuimos uno de los primeros en llamar
la atención, apuntando la posibilidad de que existieran allí pinturas murales.
Las
fotografías muestran el estado en el que se encontraba en aquellos momentos.
Inicialmente,
se acometió la restauración de cubiertas y exteriores, dotándole de una
llamativa pintura en sus muros.
En una
nueva fase se llevó a cabo la rehabilitación interior, pareciendo las pinturas
que habíamos intuido, entre las que
destaca un interesantísimo calendario en el intradós de uno de sus arcos.
También
se modificó la pintura exterior, ofreciendo en la actualidad el aspecto que
muestran estas fotografías.
Pero
el eje central del casco urbano de Fréscano lo constituye el conjunto formado
por el palacio y la iglesia contigua, como sucede en otras localidades ya
citadas de nuestra zona. Nos estamos refiriendo a los casos de Ambel y Bureta.
El
palacio construido por los vizcondes de Ebol, señores del lugar, que luego pasó
a ser propiedad de los duques de Villahermosa, constituía uno de los ejemplos
más relevantes de la arquitectura renacentista aragonesa, a pesar del estado de
abandono en el que se encontraba. Las fotografías que ofrecemos son un
documento histórico, en las que se aprecia la galería de su gran patio y las
columnas anilladas de la planta baja y del arranque de la escalera monumental.
Todo
ello desapareció como consecuencia de la incalificable actuación de la persona
que había accedido a la propiedad de la mayor parte del edificio que, también
de manera incomprensible, no había sido objeto de declaración expresa.
Años
más tarde, el Ayuntamiento logró hacerse con la propiedad de la otra parte y,
haciendo uso de las facultades que la Ley del Patrimonio Cultural Aragonés
otorga a las corporaciones municipales, lo declaró “Monumento de Interés Local”,
procediendo a la restauración de ese sector.
En esa
zona se han recreado las antiguas columnas de la arquería y planta baja, aunque
se da la circunstancia de la que tipología de esa zona del palacio era
diferentes en su origen.
En su
interior se ha instalado un museo o centro de interpretación de los yacimientos
arqueológicos del municipio, en el que se muestran reproducciones de las piezas
conservadas en otros lugares, junto con numerosos paneles explicativos.
Ello
ha venido a mejorar sustancialmente la exposición que, anteriormente, estuvo en
otro edificio municipal.
También
por iniciativa del Ayuntamiento, la iglesia parroquial de Ntra. Sra. del Pilar
fue declarada “Monumento de Interés Local” en 2003, incorporándose como “Bien
Catalogado” al Censo General del Patrimonio Cultural Aragonés.
En
1986, se iniciaron las obras de restauración del templo que, en sucesivas
fases, culminaron con su completa recuperación.
También
fue objeto de atención por parte del Ayuntamiento el conocido como “Acueducto”,
situado muy cerca del límite de su término municipal con los de Agón y
Bisimbre, sobre el que discurre una antigua acequia de riego. En 2003, fue
declarado “Monumento de Interés Local”.
Está constituido por un
gran arco de medio punto rebajado, cuya luz es de 9 metros y su anchura de
1,80, apoyado en estribos que como el intradós del arco y la solera y pretiles
de la acequia, fueron construidos con sillería de buena calidad, procedente de
las canteras de Burrén.
En
2006, fue declarado “Monumento de Interés Local” el edificio para la elevación
de las aguas de riego de Agón y Bisimbre, aunque en este caso no tenemos constancia
de que haya sido incorporado al Censo General, como establece la Ley.
Allí
ha sido creado un Centro de Interpretación sobre el Agua y, en su planta
inferior, se muestran las antiguas instalaciones, ahora en desuso, mientras que
en las superiores se ofrece amplia información sobre al agua y su empleo, por
medio de paneles muy didácticos.
Otro
edificio declarado de interés local es de la elevación de las aguas de riego de
Fréscano, aunque tampoco tenemos constancia de que ha sido incluido en el Censo General.
Finalmente,
y como ejemplo de arquitectura tradicional, debemos citar el pilas dedicado a
San Antón y la Virgen del Pilar, situado junto al palacio e iglesia, que
también fue completamente restaurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario