Uno de
los lugares más hermosos de nuestro entorno es la localidad soriana de
Vozmediano, que cuenta con un espectacular castillo que domina la población y,
en cuyas proximidades se encuentra el nacimiento del río Quéiles.
Como
ya informamos en este blog, el pasado año se produjo el desprendimiento de un
lienzo del castillo y sus rocas cayeron sobre el camino que conduce al nacimiento,
convirtiéndolo en intransitable, por el momento.
Este
año, la situación es diferente y, hace unos días, un grupo de colaboradores de
este Centro, pudo recorrerlo para conocer el surgidero que constituye un
auténtico monumento natural.
Como
se hace constar en el panel explicativo allí instalado, las aguas procedentes
de la vertiente soriana del Moncayo y de la sierras del Tablado y Toranzo
confluyen en la fosa de Beratón, para aflorar después en Vozmediano, a través
de un complejo sistema de cuevas y galerías subterráneas. A partir de ahí, nace
el Quéiles, afluente del Ebro, por lo que se puede afirmar, como aparece en el
panel: “¡Ah Moncayo traidor, que robas a Castilla y haces rico a Aragón!”.
Aunque
estos días el caudal que manaba era inferior, en determinados momentos el agua
que brota compone una imagen espectacular, con sus 1.100 litros por segundo,
como aparece en esta otra fotografía anterior.
Merece
la pena visitar Vozmediano, no sólo por su castillo, sino por la posibilidad de
disfrutar de ese agradable paseo por las orillas del Quéiles que puede culminar
con un excelente almuerzo en uno de los bares de la localidad. Insistimos que
son almuerzos, no comidas.
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