Desde ayer el servicio de ascensor de la Casa de Aguilar ha quedado restablecido. Acababa de retirarse el técnico que había llegado desde Málaga para repararlo, cuando apareció Dª. Teresa Bayod Monterde, tras casi un año de ausencia, quien ignorante de todo fue la primera en utilizarlo.
Nos
trajo nuevos recuerdos para formar parte de ese legado que recuerda a su padre
el escultor Ángel Bayod, del que ya hemos colocado alguna de sus obras en
diferentes espacios de la Casa de Aguilar que, poco a poco, va conformándose
como un interesante museo. Allí se retrató junto al busto de su madre que es
una de las piezas expuestas.
En
el Centro coincidió con Dª. Teresa García Blanc que, un año más, ha retornado a
Borja desde su residencia cordobesa, con objeto de pasar toda la temporada
estival, aunque tampoco en esta ocasión nos traído la obra que, desde hace
tanto tiempo, esperamos.
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