In memoriam. Fidel Jaca Tejero

         A la edad de 91 años falleció el pasado domingo 1 de agosto D. Fidel Jaca Tejero que, a pesar de las dificultades de motilidad que tenía, conservó hasta el final una extraordinaria lucidez y memoria. En esta fotografía, del 5 de mayo de 2013, le vemos participando en el Rosario de Cristal, en el que siempre estuvo presente como expresión de su amor a nuestra Patrona la Virgen de la Peana. Porque si algo caracterizó a Fidel fue su devoción mariana.

         Con él desaparece uno de los últimos protagonistas de aquella Congregación Mariana en la que se formaron varias generaciones de jóvenes borjanos. Él fue nuestro catequista y el hombre que, con entera dedicación, nos entretenía los domingos con la proyección de películas en la Casa del Congregante y con representaciones teatrales en las que intervenía como actor. No hemos encontrado fotografías de ellas, aunque las habrá, pero D. Félix Martínez Lahuerta nos envió esta otra en la que aparece al frente de un equipo de fútbol de pequeños congregantes, del que formaba parte Félix.

         Su compromiso con la ciudad le llevó a desempeñar el cargo de Concejal de la corporación municipal. En esta imagen de 23 de julio de 1974, aparece a la derecha en el momento en el que el Gobernador Civil de Zaragoza D. Federico Trillo-Figueroa Vázquez procedía a cortar la cinta en la inauguración de los nuevos polígonos de la Florida y Romería.

         Fue, ante todo, un agricultor y también formó parte del Sindicato de Riegos, desempeñando varios cargos de responsabilidad. Esta fotografía corresponde a la celebración del Centenario del Sindicato en 1981.

         Son muchas las anécdotas y hechos que nos vienen a la memoria, al tener noticia de su fallecimiento. Entre ellos la aventura vivida de noche con motivo de un incendio declarado en la Muela Baja, al que acudimos con el Alcalde D. Juan María de Ojeda, quedando “enterrado” el Seat 124 en el que viajábamos en una alcantarilla de la carretera, del que pudimos salir a duras penas, excepto Fidel al que la puerta golpeaba, una y otra vez, cada vez que intentaba trepar hacia el exterior. Sacaron el coche “a pulso” unos vecinos de El Buste que acudieron en nuestro auxilio.

         Una de sus ilusiones era la de conseguir la medalla que le había sido concedida a un antepasado suyo que participó en la fuerza expedicionaria enviada por España en apoyo al Papa Pío IX en 1848. Le conseguimos dicha condecoración y la conservó con cariño.

         Descanse en Paz este borjano que, en gran medida, era el representante de una época muy diferente a la actual, en la que primaban unos valores que el tiempo ha ido diluyendo, a pesar de que constituían un elemento vertebrador de nuestra propia identidad ciudadana.