Ayer
se conoció la decisión unánime del Consejo Local ampliado, del que forman parte
el Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y
Provincias, las tres Diputaciones Provinciales y las tres capitales de
provincia, de suspender todas las fiestas locales hasta el 30 de septiembre.
Ya estaban suspendidas hasta el 31 de agosto y ahora se ha ampliado la medida un mes más por razones de prudencia, dado que como ha señalado la Consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Dª. Mayte Pérez, nos encontramos inmersos en una sexta ola.
Como
consecuencia de todo ello, quedan canceladas las Ferias y Fiestas de Borja,
cuyo último cartel fue el de 2019. Aunque algunos albergaran la esperanza de
poder celebrarlas este año, para quienes vienen siguiendo con interés la
evolución de la pandemia era algo esperado, dado que la crisis dista mucho de estar
superada.
Los
mensajes optimistas difundidos en los últimos tiempos, aunque bien intencionados,
distan mucho de ajustarse a la realidad y las esperanzas puestas en que el
avance en la vacunación de la población contribuiría a hacer desaparecer la
epidemia tampoco se han visto cumplidas.
La
Consejera hablaba de sexta ola pero, en modo alguno, los especialistas creen
que sea la última. De ahí la necesidad de extremar las medidas de prudencia,
evitando especialmente las grandes concentraciones, por lo que pueden peligrar
otros eventos.
El que también ayer se conociera la decisión del Tribunal Supremo de avalar la decisión del Gobierno de Aragón de imponer el toque de queda en varias localidades contribuye a poner de manifiesto que nos queda aún un largo trecho por recorrer antes de que el horizonte se aclare definitivamente.
Mientras
tanto, como aconsejan los expertos, mucha prudencia y no echar las campanas al
vuelo que ya habrá tiempo de desfiles, ferias y festivales...
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