Siguiendo con nuestras referencias al Latín, hoy hacemos uso de un conocido proverbio que dice “Quod natura non dat, Salmantica non praestat”, que traducido quiere decir “Lo que la naturaleza no da, Salamanca no (lo) otorga”, que es preciso explicar ya que, posiblemente, haya quienes, a pesar de que está claro, no acierten a comprenderlo.
Salamanca es la primera de las
universidades españolas (aunque fue más antigua la desaparecida de Palencia).
Fundada por Alfonso IX, en 1218, como Estudio General, se convirtió en Universidad
en 1252. Su fama y su prestigio se extendieron por todo el mundo y, en determinadas
áreas de conocimiento, sus enseñanzas fueron pioneras.
El lema de la universidad es “Omnium
scientiarum princeps Salmantica docet” que, como si de un eslogan publicitario
se tratara, venía a indicar que era la primera en enseñar todas las Ciencias.
Pero, por muchas que fueran las materias
impartidas ni la calidad de sus docentes, lo que ni Salamanca, ni otros centros
educativos, pueden ofrecer a sus alumnos es cualidades como la inteligencia, la
memoria o la capacidad de aprendizaje. Quizás, podrán mejorar algunos aspectos,
pero jamás podrán convertir en genios a quienes carecen de esas mínimas dotes “quod
natura non dat”, que la Naturaleza no les otorgó.
Hace algún tiempo, publicamos un
artículo llamando la atención sobre las faltas de ortografía advertidas en una
lápida instalada en un municipio de nuestra comarca. Comoquiera que,
inmediatamente, fue reemplazada, algunas personas que han visto horrorizadas
las numerosas faltas que aparecen en determinados comunicados, nos han sugerido
que las comentemos.
Nos hemos negado, porque se trata de
cosas diferentes y, sobre todo, porque en este caso sí puede aplicarse lo de “Salmantica
non praestat”.
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