Conocíamos
la existencia de Elisa Ruiz Garrido, nacida en Magallón el 14 de julio de 1909,
a través de las informaciones proporcionadas por varias páginas dedicadas a los
aragoneses que estuvieron internados en campos de concentración alemanes
durante la II Guerra Mundial, pero con el deseo de reunir más datos sobre ella,
hemos adquirido la obra de Neus Català, De
la resistencia y la deportación: 50 testimonios de mujeres españolas,
publicada por Adgena en 1984. No nos ha llegado todavía, pero sí hemos recibido
la segunda edición de su traducción al francés que publicó Barcelona, Adgena, 1984.
El
ejemplar que nos ha llegado está dedicado por el alcalde de la localidad
francesa de Herblay a una persona cuya identidad no se cita (¿posiblemente la
autora?), como recompensa al excelente trabajo realizado para resaltar la
contribución de esas mujeres a la Resistencia. Porque, efectivamente, todas
ellas colaboraron con ella, tras su exilio en Francia al término de la Guerra
Civil.
Ese
fue el caso de Elisa Ruiz, también conocida como la “Mañica” o con el nombre de
guerra “Françoise” que utilizó. En la obra que estamos comentando se incluye un
amplio testimonio de su trayectoria vital, desde que se enroló como miliciana
en Barcelona, combatiendo en el frente del Ebro. Su huida a Francia, donde colaboró
con la Resistencia, hasta que fue detenida por la Gestapo, en Toulouse, en
1943.
Tras
durísimos interrogatorios fue llevada en enero de 1944 al campo de Ravensbrück,
en Alemania, donde sufrió numerosas penalidades fabricando obuses, hasta que,
en fecha no determinada, fue incluida en un canje con prisioneros alemanes,
realizado por la Cruz Roja Internacional, siendo liberada en Estocolmo, desde
donde viajó a París. Cuando fue recogido su testimonio para la elaboración de la
obra, objeto de este comentario, vivía aún exiliada en Toulouse.
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