domingo, 2 de septiembre de 2018

Alfaro y una curiosa señal


         Alfaro es una ciudad con la que siempre hemos mantenido una especial relación, dado que, hasta la reordenación de límites, perteneció a la diócesis de Tarazona. Aunque allí existió un asentamiento humano desde el siglo VII a. C. la historia de la ciudad comenzó con la fundación de Gracurris, la primera en el valle del Ebro. El título de ciudad le fue otorgado por Felipe IV en 1629 y un hecho poco conocido es que perteneció a la provincia de Soria hasta la creación de la de Logroño en 1833. En la actualidad es el municipio con mayor término municipal de La Rioja y una población cercana a los 10.000 habitantes.




         El monumento más importante es la antigua colegiata de San Miguel Arcángel, cuyas obras se iniciaron en 1562, aunque las obras se demoraron más de un siglo. Realizada enteramente en ladrillo, es el templo de mayores dimensiones de esa comunidad autónoma, declarado Bien de Interés Cultural en 1976.



         Además de sus valores arquitectónicos, buena parte de su fama se debe a que en sus tejados se encuentra la mayor colonia de cigüeñas del mundo, establecida en un edificio. Hasta 121 parejas se llegaron a contabilizar en 2000, aunque su número ha ido decreciendo debido a la reubicación de algunos de esos nidos y a su eliminación de la fachada principal y torres, medida criticada por diferentes colectivos ecologistas.



         Está situada en la plaza de España, donde también se ubica el edificio de la antigua Casa Consistorial, que actualmente ha sido transformada en Centro Centro Cultural, Artístico y Medioambiental, albergando en su interior, entre otras dependencias, a la Oficina de Turismo y al Centro de Interpretación de los Sotos de Alfaro.



         Fue en ese lugar donde encontramos esta señal por la que se prohíbe “jugar en la lonja con balones y bicicletas”, una medida que podría ser imitada en otros lugares, ampliándola a patinetes y otros artefactos que causan indudables daños y molestias.



         La sede actual de la Casa Consistorial y de la Biblioteca Municipal es el antiguo Palacio Abacial, construido en la segunda mitad del siglo XVIII, sobre planos de Ventura Rodríguez y también “Bien de Interés Cultural” desde 1984.





         Otro monumento interesante en el antiguo convento de San Francisco. El edificio conventual es utilizado como colegio, mientras que el templo levantado en el siglo XVII, con la imagen del Santo y los emblemas de la orden en su fachada principal, está abandonado y pendiente de ser rehabilitado.




         Lo que no pudimos ver fue el convento de la Concepción, también construido en el siglo XVII, cuya comunidad lo abandonó en 2016, trasladándose sus siete religiosas al convento de la misma orden existente en Borja. Fue adquirido por el Ayuntamiento de Alfaro por 1.480.000 Euros, para ser destinado a usos culturales, entre ellos la Escuela Municipal de Música, sede de la Agrupación Musical Alfareña y Museo Etnográfico, habiendo encargado al arquitecto D. Ignacio J. Gómez Díaz la elaboración del correspondiente proyecto.

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