Recientemente, Pedro
Domínguez Barrios nos habló de las casetas de una sola planta. Hoy nos trae
imágenes de otras que responden a una tipología de dos plantas, distinguiendo
entre las que están situadas en zonas de secano de las de regadío.
En las de secano, como
ésta situada en las proximidades de la Estanca de Borja, la planta baja se
destina siempre a las caballerías de labor, por lo que disponen de pesebre y
amarre empotrado para el animal. La planta primera se destina al labrador, y en
algunos casos dispone de cadiera.
A la segunda planta se accede por una escalera
que, a menudo, tiene dos tramos a escuadra, debido a las reducidas dimensiones
de la planta, y se cierra siempre con un volumen escalonado progresivo según se
asciende.
Como vimos en artículos anteriores, dedicados a las cabañas
de Liso y La Corona en Magallón, algunas tienen conductos de ventilación
cruzada cerámicos cilíndricos, hechos ex profeso.
Otro detalle muy
singular es lo que parece ser un urito o urinario en la planta primera de una
cabaña cerca de La Tellana, en Borja.
Las ubicadas en
regadío, habitualmente tienen una
pequeña balsa adosada a uno de sus lados, para reserva de agua. Es llamativa la imagen de esta caseta completamente cubierta por una planta trepadora.
Un caso excepcional dentro de este tipo, es la
conocida como “Torre La Millana”, en Magallón, con su planta primera pintada a
modo de salón decimonónico.
Otro caso singular es
esta de Bureta, de tres plantas, con cadiera y bancos en baja, balcón en
primera, y ático. Está edificada en adobe, con las esquinas en canto rodado,
(se llaman cadenas al cambiar de material para reforzar la fábrica), y ladrillo
para el piso del balcón (hiladas en voladizo) y alero. Ha perdido casi todo el revoco.
También es interesante la conocida como “El
tejadico”, de Borja, con su planta baja abierta y su cubierta a cuatro aguas.
O la ubicada en la partida de La Calzada en
Magallón (topónimo que probablemente está relacionado con la antigua calzada
que pasaba por allí), cuyo alzado
escalonado recuerda el de una basílica.
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