La
plaza del Mercado de Borja y sus calles aledañas fue ayer, de nuevo, escenario
de la Feria de Arte y Artesanía que, cada año, se celebra en nuestra ciudad
durante los tres primeros domingos del mes de agosto.
En
esta ocasión contó con demostraciones “en vivo”, como la realizada por David
Garrido que elaboró sus cerámicas en la propia plaza ante el público que se
congregó para conocer el proceso de fabricación de estas obras.
También
se pudo ver a otro artesano trabajando la anea para elaborar los asientos de
sillas y reclinatorios, un mueble muy frecuente en el pasado y hoy casi
desconocido por haber decaído su uso. Para las nuevas generaciones podemos
recordar que era utilizado por muchas personas en las ceremonias religiosas,
tanto para sentarse como para arrodillarse en aquellos momentos en que era
habitual hacerlo. En la colegiata de Santa María había una dependencia, junto a
la capilla de San José, en la que podían guardarse para evitar la incomodidad
de llevarlos y traerlos desde los respectivos domicilios.
La
feria que, inicialmente, se circunscribía a la plaza del Mercado ha ido
extendiéndose a otras calles. Una de ellas, la de Alfaro Malumbres a la que
corresponde la fotografía superior.
Una
zona que congrega ahora a muchos puestos es la calle Nueva que aparece
fotografiada desde sus dos accesos y en la que, por otra parte, pudimos ver
abiertos a varios de los establecimientos que hay en ella.
Lo
mismo ocurre en la calle Costa, mientras que en los bajos de la Casa
Consistorial se mostraban imágenes del proyecto de “tragachicos” que va a ser
realidad este mismo año, merced al entusiasmo de un grupo de personas que han
querido recuperar esta tradición.
No
disponemos de datos precisos sobre puestos instalados ni sobre visitantes. Las
fotos pueden no ser indicativas del aspecto de la feria a lo largo de la
mañana, ya que fueron tomadas a una hora tardía, debido a que ayer se celebraba
la fiesta de Santa Clara y, a las 12 del mediodía, tuvo lugar en el convento religiosas
clarisas, una Misa Solemne presidida por el Vicario General de la Diócesis D.
Esteban Aranaz, a la que asistió numeroso público. Al término de la misma, la
comunidad ofreció a todos los presentes un refresco y los tradicionales
panecillos bendecidos.
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