Uno
de los espectáculos que más interés despiertan en todas nuestras fiestas es el
desfile de la comparsa de Gigantes y Cabezudos que, desde su creación en 1889,
ha sufrido diversas modificaciones e incorporaciones. En la actualidad, la
integran cuatro gigantes que representan el Rey y la Reina, así como un Hada y
un Nigromante, estos últimos recuperados hace pocos años en recuerdo de los
gigantes originales que fueron diseñados por D. Baltasar González.
De
portarlos y bailarlos se encargan los miembros de una asociación de voluntarios
que se relevan bajo los mismos. Junto a los gigantes desfilan una serie de
cabezudos que incluye a los originales, el Berrugón y la Morica, junto con los
pertenecientes a la cofradía de San Bartolomé: el Jauto, la Baturra, Napoleón y
otra Morica. En el transcurso del tiempo fueron creados otros que no tuvieron
demasiada continuidad. En ocasiones, las nuevas incorporaciones iban precedidas
de su “bautizo” y los de mayor edad recordarán el del “Rana”, realizado en
1955, siendo alcalde D. Agustín Aperte. En aquella ocasión recorrió las calles
de la ciudad en una calesa, acompañado por sus progenitores el “Berrugón” y la “Morica”
que, poco antes, habían “contraído matrimonio”.
Ayer,
la expectación era mayor de la habitual ya que, en el Programa de Festejos, se
había anunciado una “sorpresa”, por lo que muchas personas se habían congregado
en la plaza de España a la espera de la misma, llamando la atención el espacio “reservado”
entre las dos parejas de gigantes.
Finalmente,
en torno a las 11,30 de la mañana, se abrieron las puertas de la Casa
Consistorial y entre los aplausos de la concurrencia hicieron su aparición los
nuevos Reyes.
De
menor tamaño que los anteriores y llevados por niños, se inscriben dentro de la
tradición de los llamados “gigantillos”, presentes en otras comparsas de
Navarra. En la de Pamplona, por ejemplo, existen seis “gigantillos”, ahora
llamados kilikis. Son muy populares los de Burgos que representan a una pareja
de tipos populares que acompañan a los “gigantones”, los de mayor tamaño.
En el caso de Borja y desvelado el misterio, sólo nos
queda desear larga vida a estos “gigantillos” o “giganticos”, para solaz y
disfrute de todos.
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