La plaza de la República en Borja

            Charo Castellot nos ha trajo, no hace mucho, una serie de tarjetas de diferentes establecimientos comerciales entre las que se encontraba la del Café Bar “Eusebio Sánchez, situado en el nº 2 de la “Plaza de la República” de Borja.

            Con este motivo queremos recordar los nombres que ha tenido la actual “Plaza de España” que, inicialmente, fue un espacio conocido como “Campo del Toro”, situado al exterior de las antiguas murallas medievales.

            A partir del siglo XVI, tras la edificación de la Casa Consistorial comenzó a configurarse como un espacio urbano que fue conocido con el nombre de “Plaza de afuera”, en contraposición a la “Plaza de adentro” que era la del Mercado. 

            Muchos años después, a raíz del pronunciamiento del general Riego en Cabezas de San Juan, el Capitán General de Aragón ordenó al Ayuntamiento de Borja proclamar la Constitución de 1812, a lo que se había resistido hasta entonces. Finalmente, tras recibir una comunicación del propio monarca, Fernando VII, se dio cumplimiento a lo ordenado, siendo jurada el 9 de abril de 1820 en la iglesia de San Francisco, ante la imposibilidad de efectuarlo en la colegiata, ya que se encontraba en obras. Pocos días después, el 16 de abril, se procedió a rotular la plaza con el nombre de “Plaza de la Constitución”.

            Conservó este nombre hasta que, en 1871, tras la proclamación de la I República, pasó a denominarse “Plaza de la República” que mantuvo hasta su caída, volviendo a retomar el de “Plaza de la Constitución”.

            El ayuntamiento constituido tras el advenimiento de la II República, tomó el acuerdo de volver a rotularla como “Plaza de la República” el 16 de mayo de 1931, siendo colocada la correspondiente placa el 6 de julio de ese año.

            Esta placa fue destruida el 4 de agosto de 1936 por fuerzas del Requeté, llegadas de Navarra, poco después del inicio de la Guerra Civil. Algún tiempo después se le dio el nombre de “Plaza de España” que ha mantenido hasta nuestros días.

            Comoquiera que no conservamos imágenes en las que se haga referencia expresa al nombre de “Plaza de la República”, la tarjeta que ha dado origen a este comentario reúne especial interés.