Antiqvitas es la revista anual del Museo
Histórico Municipal de Priego de Córdoba que hemos tenido la oportunidad de
visitar en dos ocasiones, constatando el gran trabajo que lleva a cabo el
Servicio Municipal de Arqueología que tiene allí su sede.
En
el nº 26 de la revista, correspondiente al año 2014, aparecen 13 trabajos de
tema arqueológico y otro de carácter etnográfico referido a un pozo de nieve.
Entre los primeros hay varios relacionados con el uso funerario de diferentes
cuevas y simas en el neolítico, entre ellas la cueva de los Cuarenta, en el
propio término municipal de Priego, a la que se dedica un dossier que lleva
como apéndice un trabajo muy interesante del Director del Museo, Rafael Carmona
Ávila, sobre la utilización de esa cueva y de la vecina del Sello para la
fabricación de moneda falsa en el siglo XVII. Otro de los artículos plantea
diversas hipótesis sobre la ocupación romana en cuevas de la Subbética
cordobesa, entre ellas su posible utilización por eremitas, con referencia
expresa al obispo Osio. Otros trabajos versan sobre una cabeza-retrato de época
antonina procedente del conventus
astigitanus y sobre un hermoso capitel califal de propiedad particular,
procedente del comercio anticuario de Madrid, que presenta la singularidad de
llevar una inscripción con el nombre del tallista: Naşr, del que ya se tenía
noticia en la epigrafía omeya de Al-Andalus.
También
nos ha llegado la Revista de Estudios
Extremeños que edita el Centro de Estudios Extremeños de la Diputación de
Badajoz. En concreto, el número recibido es el tomo LXX, correspondiente al
tercer cuatrimestre de 2014.
Entre
su variado contenido queremos destacar los artículos dedicados a la memoria de
dos beneméritos investigadores. Uno de ellos D. Matías Ramón Martínez y su
aportación a la Arqueología de Burguillos del Cerro. El otro recuerda a la
figura de D. Carlos Callejo Serrano, descubridor de las pinturas prehistóricas
de la cueva de Maltravieso (Cacéres). El autor es su hijo D. Alfonso Callejo
que da a conocer el texto elaborado por su padre sobre la citada cueva que no
llegó a publicarse.
Nos
ha impresionado especialmente el artículo de Dionisio Á. Martín Nieto, titulado
“Santa Lucía de Alcuéscar, olim San
Salvador de los Monesterios”, en el que relata el hallazgo en la década de los
70 del pasado siglo, bajo la apariencia de un establo, de lo que resultó ser un
templo visigótico de singular importancia. Decimos que nos impresionó ya que,
cuando los investigadores que se percataron de su importancia pusieron en
conocimiento de la Real Academia de la Historia su descubrimiento, en un primer
momento, el académico encargado del informe no vio elementos suficientes para
aprobar la declaración monumental, a pesar de lo cual le fue otorgada en
noviembre de 1981, dando comienzo a un dilatado proceso que finalizó con la
inauguración de la restauración del edificio en 2007. El trabajo que estamos
comentando viene a establecer la relación existente entre esa ermita de Santa
Lucía y San Salvador de los Monesterios, donde residía una comunidad de freyles
santiaguistas, cuyas vicisitudes históricos ha logrado reconstruir el autor.
También
es muy interesante el trabajo de D. Jacinto J. Marabel Matos, titulado
“Badajoz, 6 de abril de 1812. La noche de los alemanes”, en el que hace
referencia al asalto a Badajoz, en el transcurso de la Guerra de la
Independencia, donde en la noche citada se enfrentaron en los muros del
castillo, soldados alemanes que combatían en ambos bandos, algo que la
historiografía oficial suele silenciar. Al mismo tiempo, reivindica la memoria
del capitán Wilhem von Girsewald que fue el primero en escalar los muros de la
fortaleza, aunque su fallecimiento algunos días después, como consecuencia de
las heridas recibidas, hizo posible que su gesta fuera olvidada y atribuida a
un militar británico.
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