Nuestra
estancia en Baeza, durante la primera parte del Congreso Internacional de
Franciscanismo celebrado en esta ciudad y en Priego de Córdoba, nos ha
permitido conocer una serie de edificaciones espectaculares que forman parte
del conjunto monumental de esta localidad que, junto a Úbeda, fue declarada
Patrimonio de la Humanidad en 2003. A ellos haremos referencia en artículos
posteriores pero hoy queremos dar a conocer a nuestros lectores su actual Casa
Consistorial, no solo por su interés, sino por su relación con un ilustre
miembro de la familia Borja.
Según
se hace constar en la cartela que se encuentra sobre la puerta principal, fue
construido en 1559, siendo Corregidor “el Muy Ilustre Señor Don Juan de Borja”.
De hecho, su destino fue el de servir como palacio para los corregidores y
cárcel de Justicia, con entradas independientes para uno y otro cometido.
Sus
armas aparecen en la fachada, a la derecha de las de Felipe II que tiene a su
izquierda las de la ciudad. Se trata de un escudo cortado en cuyo primer
cuartel aparece el buey pasante de la familia y en el segundo el fajado de
plata y gules de los Doms. Lleva acolada la Cruz de Santiago y en torno al
mismo se dispone, con particular grafía, la leyenda “ego autem in multitudine
misericordiae tuae” que hace referencia al versículo 8, del salmo 5. Al
exterior, cuatro haces de oro.
Aunque
no hemos encontrado, por el momento, datos precisos sobre la identidad de este
personaje, creemos que se trata de D. Juan de Borja y Castro, tercer hijo de
San Francisco de Borja y de Dª Leonor de Castro. Había nacido en 1533, en Bellpuig
(Lérida), donde se encontraban circunstancialmente sus padres. En 1552,
contrajo matrimonio con una sobrina nieta de San Ignacio de Loyola, Dª Lorenza
de Oñaz y Loyola. De su biografía suele resaltarse su actividad militar,
participando en la defensa de Navarra, o su brillante trayectoria como
diplomático, con destinos tan importantes como el de embajador ante el Sacro
Imperio Germánico.
Pero,
con anterioridad, había desempeñado los cargos de corregidor en Baeza, donde
impulsó la construcción de este importante edificio. Posteriormente, también
aparece documentado como corregidor de Úbeda en 1561.
Interesante
“hallazgo”, por lo tanto, de un hermoso recuerdo de esta familia a la que
estamos dedicando especial atención en los últimos tiempos y que no ha sido el
único encontrado estos días, como comentaremos en otro artículo.
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