En
diversas ocasiones nos hemos ocupado de los antiguos lavaderos de las
localidades de nuestro entorno, la mayor parte de los cuales han sido
restaurados. Un caso realmente llamativo, cuando se han dejado perder otros
interesantes elementos patrimoniales.
En una reciente visita a Calcena pudimos ver el lavadero
de esa localidad, enclavado en un pintoresco paraje, que también ha sido
restaurado hace algún tiempo.
En
su interior se conserva una placa que hace referencia a la construcción del
mismo, en el año 1949, con fondos del Estado y la aportación de Dª Isabel
Lejarraga.
En
el exterior del mismo se ha instalado un pequeño parque infantil. El lavadero,
cerrado por tres de sus lados, se abre al exterior por seis vanos separados por
pilares de ladrillo, con una pequeña imposta, de diferentes tamaños. En ese
lado se encuentra, asimismo el acceso.
El
interior, que se cubre con cubierta a dos aguas de rollizos con tijeras de
madera, dispone de una pila elevada, para permitir lavar de pie. La humedad del
ambiente ha deteriorado la pintura de las paredes en las que, por otra parte,
han hecho acto de presencia las inevitables muestras de vandalismo, por medio
de pintadas.
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