Recientemente,
y por iniciativa de la familia propietaria, se han rehabilitado dos de las
fachadas de un edificio estratégicamente situado en la confluencia de las
calles Cardona y San Juan Baja, junto a la llamada “fuente del Barrio”.
El
edificio, de características muy sencillas aunque de cierta altura, reviste un
indudable interés pues, debido al trazado de las vías en las que se levanta,
cuenta con una fachada muy estrecha, la que da a la plaza, algo que se repite
en muchas localidades aragonesas y, en el caso de Borja, en otro más antiguo
que hubo entre la calle San Juan Alta y la plaza de Ntra. Sra. de la Peana,
demolido para construir el actual de ladrillo visto moderno.
En
este caso, al estar revestida toda la superficie exterior de un mortero de cal,
ha bastado eliminar el tirado de cemento que había en la parte inferior y
pintarlas para que el cambio resulte sumamente llamativo, contribuyendo a
mejorar una zona urbana degradada en la que, sin embargo, ya se habían llevado
a cabo algunas cuidadas intervenciones con anterioridad.
En
este caso, ha quedado pendiente para una fase ulterior el pintado de la fachada
que da a la calle San Juan, pero creemos que merece la pena destacar el trabajo
realizado, como ejemplo a imitar.
Cuando
el Plan Integral del Casco Histórico, ya redactado, sea aprobado estas
actuaciones podrán ser favorecidas, por la posibilidad de contar con ayudas
para la rehabilitación de edificios que ya existen en municipios mayores de
10.000 habitantes y que, sin duda, habrá que ampliar a todos aquellos cuyos
conjuntos han sido declarados Bien de Interés Cultural, como es el caso de
Borja.
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