Con
un tiempo espléndido y gran afluencia de visitantes, la localidad de Añón
revivió ayer la entrada en la población de su primer comendador, en el marco de
una de las recreaciones históricas, patrocinadas por la Excma. Diputación
Provincial de Zaragoza, en la que ha colaborado de manera especial nuestro
Centro, cuyo Presidente aparece en la primera de las fotografías, en compañía
del Sr. Alcalde de Añón D. José María Vijuesca Ledesma y de Dª Josefina Cascán
Pérez, ataviados para la ocasión, que se han desvivido para alcanzar el éxito
logrado en esta primera edición de una jornada que se desarrolló dentro de un
ambiente sumamente agradable.
Desde
las once de la mañana, se pudieron visitar los distintos puestos instalados en
una de las principales calles, con una amplia oferta de productos y con
atracciones especiales, como el taller de caligrafía, donde muchos niños se
iniciaron, más tarde, en ese hermoso arte.
Junto
a la iglesia parroquial y el castillo, había una serie de juegos infantiles y
también los más pequeños pudieron participar en los talleres organizados, como
el de cerámica.
Especial
interés despertaron la exposición de rapaces que, posteriormente, participarían
en una espectacular exhibición, así como los animales domésticos que se
mostraban en los pequeños recintos ubicados junto al torreón de acceso al
castillo.
La
recreación, propiamente dicha, dio comienzo a mediodía cuando llegó a la plaza
el primer comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén, acompañado por su
séquito, interpretación a cargo de “Los Lobos Negros”, con la música de Alan
Folk que, en esta ocasión, contaban con la participación de un intérprete bien
conocido por nuestros lectores.
Frente
al estrado dispuesto al efecto, el nuevo comendador dio a conocer la decisión
de Ramón Berenguer IV, como Príncipe de Aragón, de encomendar la villa a la
custodia de la Orden de San Juan, jurando cumplir esta misión, recibiendo
después las muestras de acatamiento de sus nuevos vasallos, mientras la
concurrencia prorrumpía en vítores a la soberana, al príncipe consorte, a la
Orden y a Añón.
Desde
allí, el cortejo se encaminó hacia la parte alta de la población, donde se
encuentran sus monumentos más emblemáticos: el castillo y la contigua iglesia
parroquial de la Asunción.
Frente
al torreón de acceso al castillo, el nuevo comendador tomó posesión simbólica
del mismo, recibiendo sus llaves y cruzando sus puertas, mientras que, desde lo
alto, se desplegaba un estandarte con la cruz de ocho puntas, símbolo de las
bienaventuranzas.
Seguidamente,
ante la portada de la iglesia parroquial se rememoró otro acontecimiento
histórico, la cesión efectuada por el obispo de Tarazona a la Orden del templo,
procediéndose al nombramiento del primer prior encargado de la cura de almas de
los habitantes de una localidad que iba a convertirse en cabecera de una de las
encomiendas sanjuanistas, especialmente importante, por su situación en la raya
aragonesa.
Esta
primera parte, finalizó con una espectacular exhibición de combate con espadas
a cargo de dos de los caballeros, presenciado por un numeroso grupo de personas
que se habían ido incorporando a los actos en el transcurso de la mañana.
De
acuerdo con el programa establecido se llevó a cabo, a continuación, la visita
guiada al interior de la iglesia parroquial, en la que el Presidente del Centro
de Estudios Borjanos destacó su importancia arquitectónica y el interés del
conjunto de retablos que se conservan en ella, respondiendo después a las
cuestiones que le fueron planteadas.
Verdaderamente
llamativa fue la exhibición de rapaces, con algún número espectacular, como el
vuelo de una de ellas por el túnel formado por los cuerpos y brazos alzados de
las personas presentes.
En
torno a las tres de la tarde, se sirvió en la plaza de la iglesia una comida
integrada por arroz, tomate y cerdo asado, en la que tuvimos oportunidad de
compartir mesa con los jóvenes deportistas de Pedrola, hermanos Juan y Yago
Herrero Pascual, el primero de los cuales aparece en la imagen con sus padres y
que ya es todo un campeón de salto de pértiga a sus 13 años de edad.
En
el patio de armas del castillo se recreó un campamento, en el que se
desarrollaron diversas actividades dentro de una jornada que hay que calificar
como brillante, a pesar de tratarse de una primera edición y del escaso tiempo
disponible para su organización.
Muchísimas gracias, Manuel!!
ResponderEliminarNada de esto habría sido posible sin su inestimable colaboración!!