domingo, 30 de octubre de 2016

Jornada luminosa y festiva en Añón





            Con un tiempo espléndido y gran afluencia de visitantes, la localidad de Añón revivió ayer la entrada en la población de su primer comendador, en el marco de una de las recreaciones históricas, patrocinadas por la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza, en la que ha colaborado de manera especial nuestro Centro, cuyo Presidente aparece en la primera de las fotografías, en compañía del Sr. Alcalde de Añón D. José María Vijuesca Ledesma y de Dª Josefina Cascán Pérez, ataviados para la ocasión, que se han desvivido para alcanzar el éxito logrado en esta primera edición de una jornada que se desarrolló dentro de un ambiente sumamente agradable.





            Desde las once de la mañana, se pudieron visitar los distintos puestos instalados en una de las principales calles, con una amplia oferta de productos y con atracciones especiales, como el taller de caligrafía, donde muchos niños se iniciaron, más tarde, en ese hermoso arte.
           



            Junto a la iglesia parroquial y el castillo, había una serie de juegos infantiles y también los más pequeños pudieron participar en los talleres organizados, como el de cerámica.





            Especial interés despertaron la exposición de rapaces que, posteriormente, participarían en una espectacular exhibición, así como los animales domésticos que se mostraban en los pequeños recintos ubicados junto al torreón de acceso al castillo.

 




            La recreación, propiamente dicha, dio comienzo a mediodía cuando llegó a la plaza el primer comendador de la Orden de San Juan de Jerusalén, acompañado por su séquito, interpretación a cargo de “Los Lobos Negros”, con la música de Alan Folk que, en esta ocasión, contaban con la participación de un intérprete bien conocido por nuestros lectores.






            Frente al estrado dispuesto al efecto, el nuevo comendador dio a conocer la decisión de Ramón Berenguer IV, como Príncipe de Aragón, de encomendar la villa a la custodia de la Orden de San Juan, jurando cumplir esta misión, recibiendo después las muestras de acatamiento de sus nuevos vasallos, mientras la concurrencia prorrumpía en vítores a la soberana, al príncipe consorte, a la Orden y a Añón.




            Desde allí, el cortejo se encaminó hacia la parte alta de la población, donde se encuentran sus monumentos más emblemáticos: el castillo y la contigua iglesia parroquial de la Asunción.





            Frente al torreón de acceso al castillo, el nuevo comendador tomó posesión simbólica del mismo, recibiendo sus llaves y cruzando sus puertas, mientras que, desde lo alto, se desplegaba un estandarte con la cruz de ocho puntas, símbolo de las bienaventuranzas.




            Seguidamente, ante la portada de la iglesia parroquial se rememoró otro acontecimiento histórico, la cesión efectuada por el obispo de Tarazona a la Orden del templo, procediéndose al nombramiento del primer prior encargado de la cura de almas de los habitantes de una localidad que iba a convertirse en cabecera de una de las encomiendas sanjuanistas, especialmente importante, por su situación en la raya aragonesa.




            Esta primera parte, finalizó con una espectacular exhibición de combate con espadas a cargo de dos de los caballeros, presenciado por un numeroso grupo de personas que se habían ido incorporando a los actos en el transcurso de la mañana.




            De acuerdo con el programa establecido se llevó a cabo, a continuación, la visita guiada al interior de la iglesia parroquial, en la que el Presidente del Centro de Estudios Borjanos destacó su importancia arquitectónica y el interés del conjunto de retablos que se conservan en ella, respondiendo después a las cuestiones que le fueron planteadas.





            Verdaderamente llamativa fue la exhibición de rapaces, con algún número espectacular, como el vuelo de una de ellas por el túnel formado por los cuerpos y brazos alzados de las personas presentes.




            En torno a las tres de la tarde, se sirvió en la plaza de la iglesia una comida integrada por arroz, tomate y cerdo asado, en la que tuvimos oportunidad de compartir mesa con los jóvenes deportistas de Pedrola, hermanos Juan y Yago Herrero Pascual, el primero de los cuales aparece en la imagen con sus padres y que ya es todo un campeón de salto de pértiga a sus 13 años de edad.




            En el patio de armas del castillo se recreó un campamento, en el que se desarrollaron diversas actividades dentro de una jornada que hay que calificar como brillante, a pesar de tratarse de una primera edición y del escaso tiempo disponible para su organización. 

1 comentario:

  1. Muchísimas gracias, Manuel!!
    Nada de esto habría sido posible sin su inestimable colaboración!!

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