Recordando a Valentina

         El 25 de enero, a los 47 años de edad, falleció la actriz Paloma Gómez, conocida por su participación en diferentes películas como Bienvenido a casa o Tata mía, así como en muchas populares series de televisión Aída, Física o química, Hospital Central, Médico de familia, Siete  vidas, Periodistas, Policías y  Un paso adelante, fue también actriz teatral interviniendo en obras como Porteñas, Gatas, La tentación vive arriba y Arsénico por favor.

         Pero, sin lugar a dudas, su recuerdo permanece asociado al papel de “Valentina” que interpretó a los 10 años en la película basada en Crónica del alba de Ramón J. Sender, dirigida por Antonio José Betancor  y estrenada en 1982. En ella intervino también Jorge Sanz, en el papel del propio Sender, con el que años más tarde estuvo unida, fruto de cuya relación tuvieron un hijo, así como el entonces veterano actor Anthony Quinn.

         Pero la Valentina de la ficción fue un personaje real. Era Dª. Valentina Ventura Penalva que había nacido en Tauste el 14 de febrero de 1903, donde su padre ejercía como notario. Allí conoció a Ramón J. Sender, hijo del Secretario del Ayuntamiento, para quien Valentina fue su “primer amor”. Tenían entonces 9 y 10 años, y su recuerdo idealizado permaneció vivo para siempre, ya que la inmortalizó en su novela autobiográfica Crónica del Alba que, como hemos indicado, inspiró la película Valentina.

Mujer de sólida formación intelectual y fascinada por la Literatura, su relación con Borja fue muy estrecha, dado que su madre Dª Julia Penalva Falcón era prima hermana de D. Miguel Andía Falcón y aquí pasaba largas temporadas, colaborando con los grupos teatrales aficionados de la ciudad. En 1928, contrajo matrimonio con el abogado borjano D. Rodolfo Araus Castro, con quien tuvo cuatro hijos y aquí vivió hasta su fallecimiento, acaecido el 13 de abril de 1959. Sus restos reposan en este panteón de nuestro cementerio, ante el que, el 31 de marzo de 2001, los participantes en el II Congreso sobre Ramón J. Sender le tributaron un caluroso homenaje, efectuando una ofrenda floral ante su tumba, en presencia del hijo del novelista, Ramón Sender Barayón, y de dos hijos de Valentina Rodolfo y Soledad Araus Ventura.