Aunque
en su momento dimos cuenta de la llegada de las cigüeñas a la torre del reloj
de Santa María, no lo hicimos con la pareja que, desde hace pocos años, se
aposenta en la linterna de la antigua iglesia de Santo Domingo, ahora Auditorio
Municipal. Una vecina de la zona nos lo ha recriminado, dado que está muy
contenta con que hayan retornado y, como testimonio de ello, nos ha enviado unas
fotos actuales.
Su
preocupación venía motivada por el hecho de que el año pasado murió uno de los
cigoñinos, que quedó colgado del nido hasta que la rápida intervención de la
brigada municipal procedió a su retirada. El incidente no les ha afectado y
allí están de nuevo, dispuestas a reproducirse.
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