El pasado domingo Heraldo de Aragón dio noticia de la celebración en el Centro de
Historias de Zaragoza, durante el fin de semana, del V Encuentro Nacional sobre
Sectas, organizado por la Asociación Iberoamericana para la investigación del
Abuso Psicológico (AIIAP), junto con el Grupo de Trabajo sobre Derivas
Sectarias del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña (COPC) y el Colegio
Profesional de Psicología de Aragón (COPPA). Entre los ponentes figuraba D.
Miguel Perlado, psicólogo clínico y psicoterapeuta quien manifestó que las
sectas detectadas en todo el territorio nacional ascienden a 250, añadiendo que
hay 40 o 45 grupos establecidos en Aragón, donde se registra un incremento de
la actividad sectaria.
Pero
si esos datos son ya, de por sí, preocupantes, mucho más lo es para nosotros la
información con la que titulaba el artículo Heraldo
de Aragón de que esas sectas eligen el Moncayo y los Pirineos para actuar.
Según el citado especialista son grupos vinculados a “prácticas chamánicas y
esotéricas, así como de corte terapéutico-sanador”. Comoquiera que nuestra
ciudad se encuentra ubicada en una de las zonas señaladas, sería conveniente
ofrecer información más precisa sobre esas actividades.
No se
trata de una cuestión baladí, pues como afirmaba Perlado son “grupos con grados
muy elevados de control coercitivo sobre las personas” y por lo tanto con
funestas consecuencias para quienes caen en sus redes. Por eso, sería muy
conveniente conocer a qué sectas se refieren los expertos y en qué términos municipales
de la zona del Moncayo radican, así como si las autoridades competentes
realizan el necesario seguimiento de sus actividades.
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