Estos
días, en el marco de un proyecto de investigación que hacía referencia a su
vinculación con Gallur, hemos tenido que reconstruir la historia de la familia
Nogués, propietaria del palacio, ahora abandonado de la calle Costa, de la que
teníamos muy pocos datos, salvo los que publicamos en nuestro Diccionario Biográfico y alguna noticia
aparecida en este blog.
Para
lograrlo, en muy corto espacio de tiempo, ha sido fundamental la información
proporcionada por los recordatorios que conservábamos en nuestro archivo y la
que proporcionan las esquelas aparecidas en distintos medios de comunicación.
En este sentido el hecho de que, tanto ABC
como La Vanguardia, tengan
digitalizadas todas sus colecciones facilita enormemente la labor. Ojalá que
algún medio de comunicación aragonés llevara a cabo la digitalización de sus
fondos. Esto es tan interesante que nos estamos planteando la posibilidad de
hacer nosotros lo mismo con la colección de periódicos comarcales que tenemos.
De hecho, ya hicimos eso con los Programas de Fiestas, aunque tuvimos que
retirar el DVD correspondiente por los graves fallos detectados en el trabajo
supuestamente realizado por una empresa especializada. Ahora, pretendemos
volver a distribuir una nueva edición con los programas correctamente
escaneados.
Mientras
tanto, queremos seguir insistiendo en el valor de los modestos recordatorios,
impresos sencillos que, sin embargo, siempre aportan datos de interés. Ponemos
como ejemplo éste de la Profesión Perpetua de una religiosa concepcionista, Sor
María Sagrario de San José, a través del cual podemos conocer cuándo entró en
el convento de Borja, cuándo tomó el hábito y cuándo emitió los votos
temporales. Asimismo, nos revela que, en el momento de la profesión perpetua
(26 de abril de 1947) era confesor de la comunidad D. Pablo Pérez Montorio,
cuyo nombre va precedido por su condición de Licenciado, que lo era y, además,
un gran orador sagrado. En este caso, el recordatorio tiene el valor añadido de
que fue editado en la Imprenta de Borja.
Lo
mismo sucede con los recordatorios distribuidos con motivo del fallecimiento de
una determinada persona, costumbre prácticamente extinguida. Además de la
información que proporcionan podemos valorar las características de los mismos.
Generalmente eran de producción industrial, en cuyo reverso se imprimía los
datos del fallecido. El que reproducimos, conservado en nuestro archivo fue
editado en Gráficas Mar de Tudela y ofrece la particularidad de tener sus
cantos dorados.
Mucho
más raros eran los que se editaban en forma de díptico con la imagen del
difunto y con cubiertas caladas. Un bonito ejemplo de ellos es el de Dª. Emilia
Rivas Bosch, hermana del que fuera Alcalde de Zaragoza e ilustre médico D. Juan
José Rivas, vinculado familiarmente con nuestra ciudad. Dª. Emilia, casada con
D. Alfredo Bosch Fraile, falleció en Madrid en 1908 a la temprana edad de 30 años. Su
esposo, que era originario de Ateca a donde regresó pues, en 1918, formaba
parte allí de una comisión creada para recabar fondos con destino a los
afectados por la grave epidemia de gripe.
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