sábado, 18 de mayo de 2019

Lucha contra las pintadas



         En los últimos días han sido varias las noticias relacionadas con la identificación y posterior aplicación de sanciones a los autores de pintadas en diferentes monumentos aragoneses. Primero fueron los destrozos ocasionados en un monumento tan emblemático como el castillo de Montearagón, donde aparecieron en el interior de la torre albarrana, la muralla y otros lugares. La gravedad de esta acción, sobre todo por las dificultades que entrañaba la limpieza, al haber sido realizadas las pintadas sobre piedra arenisca, hizo que el alcalde de Quicena, localidad en la que se encuentra enclavado el castillo, pusiera los hechos en conocimiento de la Guardia Civil. Tras una brillante actuación, se consiguió identificar a los autores que resultaron ser tres menores que quedaron a disposición de la Fiscalía de Menores y cuyos padres se enfrentan ahora a graves sanciones.





         Otro importante monumento que ha sufrido ataques de este tipo ha sido la ermita de Nuestra Señora de Salas, en Huesca. Edificada en el siglo XIII y ampliada en el XVI, es el lugar de destino de una importante romería. Fue, precisamente, el prior de la cofradía de Salas quien, al percatarse de lo ocurrido, lo notificó al Delegado de Patrimonio Cultural de la Diócesis de Huesca el cual presentó la correspondiente denuncia ante la Policía Nacional que, en muy poco tiempo, consiguió detener a lo autores que también resultaron ser unos menores de edad a cuyos padres se les notificó que las sanciones que les pueden ser impuestas pueden alcanzar la cantidad de 6.000 Euros.



         La noticia más reciente corresponde a la detención efectuada por la Policía Local de Zaragoza, en la noche del pasado martes, de dos jóvenes de 20 y 22 años que estaban realizando pintadas en la fachada del palacio de los Morlanes, declarado Bien de Interés Cultural. Además de serles requisado el material que estaban utilizando en su vandálico proceder, se les ha abierto expediente sancionador por un importe de 1.500 euros al que podrían sumarse los gastos derivados de la limpieza de las pintadas.

         No son los únicos casos pero hemos querido resaltarlos porque en los tres ha sido posible identificar y detener a los autores, gracias a la actuación de tres Cuerpos de Seguridad diferentes: Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local, lo que viene a poner de manifiesto de que la socorrida excusa de que la lucha contra las pintadas es muy difícil al no poder sorprender, en el momento de su realización, a quienes las llevan a cabo no basta, pues en dos de los casos comentados, la identificación se produjo con posterioridad a su vandálica acción.






         El casco urbano de Borja está declarado, en su conjunto, Bien de Interés Cultural, a pesar de lo cual y, como reiteradamente hemos comentado, es objeto de reiteradas actuaciones de este tipo. En unos casos, permanecen visibles durante mucho tiempo, ofreciendo un lamentable aspecto. En otros, el Ayuntamiento las borra lo que no siempre es fácil, sobre todo cuando se ejecutan sobre ladrillo, por lo que quedan huellas, como sucede en el arco de acceso a la plaza del Mercado.
         A pesar de ello, no tenemos noticias de que, en ningún caso, se haya detenido a los responsables ni se haya impuesto sanción alguna, a pesar de la gravedad de todas esas acciones, al tratarse de un conjunto histórico. Los ejemplos que hoy hemos presentado creemos que sirven para demostrar que la impunidad del supuesto anonimato en el que se esconden los autores puede quebrarse merced a la actuación de los cuerpos policiales con competencias en nuestra ciudad.

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