Celebración de la fiesta de San Isidro

         La cofradía de San Isidro, de Borja, celebró ayer la fiesta del Santo con gran solemnidad, en un año en el que conmemora el IV centenario de su fundación, pues fue ese año cuando se erigió canónicamente la cofradía de Cristo Señor Nuestro en el Huerto y de las Almas del Purgatorio a la que, en 1911, se unió San Isidro como cotitular.

         A las seis de la mañana se inició el canto de la Aurora por las calles de la ciudad, acompañada en este caso por la Agrupación Musical Borjana que, posteriormente, interpretó dianas. Borja ha sido una localidad eminentemente agrícola pero la transformación experimentada en los últimos años ha hecho que ahora tengan mucho mayor peso la industria y los servicios, descendiendo sensiblemente el número de personas que se dedican, con exclusividad, a la agricultura. No es de extrañar, por lo tanto, que en la Aurora y en los actos posteriores hubiera una mayor presencia de músicos que de agricultores.

         Poco después de las diez y media de la mañana, la imagen del Santo salió de la colegiata de Santa María, precedida por la mayordoma, representando a la familia Celiméndiz Bellido que, hasta ayer, ha desempeñado ese cometido.

         Presidió el desfile procesional el Sr. Párroco de Borja, marchando tras él el Sr. Alcalde que, en el momento de la salida, iba acompañado por el gerente de Bodegas Borsao y un miembro de la corporación municipal. No fue el único concejal presente, como puede verse en estas imágenes en las que también aparecen otros representantes del sector vitivinícola.

         Cerraba el reducido cortejo la Agrupación Musical Borjana que interpretó diversas composiciones durante su recorrido por las calles de la ciudad. Pudimos fotografiar la peana procesional a su paso frente a la Casa de Aguilar, sede de nuestro Centro.

         En el interior de la colegiata pudimos hacerlo con la imagen domiciliaria que los mayordomos conservan en su casa y con las ofrendas que fueron presentadas en el transcurso de la Eucaristía. Unas espigas de trigo, un ramo de olivo, junto con el vino que iba a ser consagrado (que elabora expresamente para ese fin litúrgico la Cooperativa Agrícola) simbolizaban los tres pilares básicos de nuestra agricultura.