Terminaron las fiestas de Borja

         Con la quema de una potente traca en la plaza de España y fuegos artificiales, que inundaron de color y humo la noche borjana, culminaron las fiestas que Borja ha celebrado en honor a su Patrona la Virgen de la Peana.

         Del encendido de la mecha de encargó el joven Adrián López, de la Peña Zaborreros, aunque apenas prendida huyó despavorido dejando solo al Sr. Alcalde que, con gran valor, tuvo que rematar la faena.

         Al final, entre el humo apareció esta silueta que quería representar a la imagen de nuestra Patrona, recibida con aplausos por las numerosas personas que, a prudente distancia, se habían congregado en la plaza.

         El hecho de que la lluvia sólo hiciera acto de presencia en la mañana del viernes, favoreció el desarrollo de todos los actos programados, incluso los conciertos nocturnos, todos ellos muy concurridos.

         Lo que no faltó fue el viento, muy molesto en algunos momentos, especialmente en la tarde del sábado. Se hizo notar en la plaza del Mercado durante la actuación del Grupo Araciel.

         A la vista de las imágenes anteriores podría parecer que registró una entrada masiva. Pero esta otra fotografía demuestra que fue un reducido grupo de héroes el que soportó la soportó, hasta el final, la gélida sensación térmica provocada por el cierzo, manifestando su apoyo a tan numerosos intérpretes.

         Mención especial merece ese esforzado grupo de cocineros voluntarios de la plaza del Mercado que, el lunes, prepararon un excelente rancho, en el transcurso de una comida popular muy concurrida, amenizada por la charanga “Los Artistas del Gremio” que nos han acompañado durante todos estos días.

         Como han comprobado en numerosas ocasiones nuestros lectores, no solemos hacer mención a los que se denominaban “espectáculos taurinos”, salvo para dejar constancia, como en este caso, de la “nutrida” asistencia que registraron en los festejos matutinos, así como a la presencia del “carrito de los helados”, habitual en nuestras celebraciones que le hizo merecedor, no hace mucho, a una placa de reconocimiento.

         Un efecto colateral de esos festejos ha sido el padecido en la contigua plaza de Aguilar donde, en otras ocasiones, se instalaban mingitorios portátiles. No se ha hecho en esta ocasión, aunque sí se han colocado en otros puntos de la población, con las consecuencias reflejadas en esta imagen. 

         Pero ello no debe ensombrecer el éxito de unas fiestas que, en determinados actos, han registrado una afluencia de visitantes mucho mayor que la habitual y que han transcurrido con completa normalidad.