Cuando nos dirigíamos a la Estanca hace algunos días, nos llamó la atención este pino que crecía entre olivos. Probablemente no es el más grande de los existentes en nuestra zona, pero es un hermoso ejemplar que quisimos fotografiar.
No teníamos
metro para conocer las dimensiones de su tronco, pero las imágenes nos permiten
hacernos una idea de las mismas.
A los
pies del árbol hay una caseta de piedra seca, con la techumbre a dos aguas, ya arruinada que ofrecía una bonita estampa.
El
pino se encuentra en muy buen estado, salvo algunas ramas secas, posiblemente
desgajadas.
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