martes, 19 de enero de 2021

Era el caño

 

         Efectivamente, como habíamos supuesto lo que apareció en las obras de la plaza de Aguilar era el caño que, dando comienzo en los sótanos de nuestra sede, discurre hasta la plaza del Olmo.

         Se da la circunstancia de que la mayor parte de ese caño estaba excavado en la piedra roya, lo que lo diferenciaba de otros caños. Lamentablemente, ha sido destruido; la pala rompió su bóveda como se aprecia en esta fotografía que corresponde a la parte en dirección a la Casa de Aguilar.



         Por la otra parte ha quedado completamente destruido y obturado, habiendo sido colocadas ya encima las nuevas conducciones. Se pierde, por lo tanto, un elemento de interés por donde llegamos a circular en el pasado, en el curso de un recorrido por el subsuelo de Borja que, en muchas ocasiones, hemos sugerido que podría hacerse visitable. Pero, además, esos caños cumplían una función de drenaje de las aguas procedentes de una capa freática muy superficial por lo que, al inutilizarlos lo que se consigue es que aumenten las humedades en los edificios cercanos. 


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