jueves, 28 de enero de 2021

Cuando Marcelo Onrey estuvo en Borja

 

         Marcelo Onrey fue un personaje que se calificaba de “veloceman europeo”, una denominación de difícil interpretación ya que entonces se aplicaba a los ciclistas, cosa que Onrey no lo era, sino un destacado prestidigitador y uno de los pioneros de la aerostación que estuvo en Borja en el verano de 1889.


         Cuando estuvo aquí gozaba ya de gran fama, dado que el año anterior había protagonizado una ascensión en globo, desde la plaza de toros de San Sebastián (en la imagen) presenciada por la Reina María Cristina que, muy complacida, lo condecoró como se hace constar en el cartel insertado antes.

         A Borja vino sin el globo, pero expresó su deseo de ofrecer una demostración durante las feria de septiembre, aunque no se alcanzó un acuerdo.


         Durante varios días en el antiguo teatro de Borja, situado en la calle Mayor, presentó un espectáculo de linterna mágica del que se hizo eco el semanario local El Trabajo, destacando el poco éxito de su primera actuación:

 

“Otra de las emociones, la debemos al intrépido aeronauta Sr. Ourey que la noche del domingo pasado dio su primera función en nuestro elegante coliseo.

Triste impresión debió tener el hábil prestidigitador, al contemplar la poca concurrencia que le dispensó sus favores, porque un hombre como él acostumbrado a exhibirse ante los públicos de las principales capitales europeas, alguna mas entrada merecía.

Pero nuestro público no se hace esas consideraciones, ¡ingrato!: aun hubo parte de él que no salió satisfecho de la velada, ¡habrase visto!

Lo que menos gusto, fue la tercera parte del programa ¡cuadros disolventes! en esta parte, el Sr. Ourey, nos dio un curso de Historia Natural y como somos poco científicos…”.


         Clemente de Pablos Miguel en un artículo publicado en Cuadernos de Estudios Borjanos, analizó lo ocurrido en esa ocasión, dentro de un estudio dedicado al “precine”, porque antes de que el cine cobrara carta de naturaleza eran frecuentes unas representaciones con la llamada “linterna mágica” en la que, a manera de los proyectores de diapositivas, de ofrecían a un sorprendido público vistas de lugares remotos o sesiones de contenido científico, acompañadas por unas explicaciones.


         Pero, cuando Onrey (Ourey le llamaba el periódico) estuvo entre nosotros lo que al público le interesaban eran las “fantasmagorías” unas sesiones con profusión de esqueletos, demonios, espíritus y otros monstruos, con efectos especiales que divertían al mismo tiempo que provocaban terror.

         Pero había más, pues el “profesor Onrey” que era llamado el “rey de los prestidigitadores y el prestidigitador de los reyes” podía adivinar el pasado y el futuro.

         Aunque en Borja no le pudieron ver ascendiendo en globo, sí lo hizo en varias ocasiones en Zaragoza. Concretamente, el 15, 18 y 20 de octubre de 1901. Subir en globo entrañaba entonces sus riesgos y él sufrió varios accidentes, generalmente al tomar tierra aunque en ocasiones, llegaron a sufrir los disparos de alguna persona al sobrevolar determinadas poblaciones.





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