Hace unos días D. José Luis Garde Murillo ha estado en Albarracín, donde ha prestado especial atención a los árboles y arbustos allí existentes, pero no ha podido sustraerse a la belleza de los paisajes de una ciudad de la que nos ha enviado preciosas imágenes.
Que
Albarracín ofrezca hoy ese aspecto que sorprende y entusiasma a todos cuantos
se acercan hasta allí es fruto del esfuerzo de la Fundación Santa María de
Albarracín que, durante muchos años, ha realizado una ingente labor para la
recuperación de su Patrimonio Cultural. Para ello ha contado con la ejemplar
dedicación de su gerente D. Antonio Jiménez y con el apoyo de las entidades que
componen su Patronato. Hoy Albarracín es ya conocido en todo el mundo y la
labor allí realizada se presenta como un modelo a seguir.
José
Luis Garde quiere también llamar la atención sobre esos árboles que constituyen
un complemento ideal para su patrimonio inmueble y forman parte de ese
patrimonio natural, asimismo muy importante. Junto a la ermita de San Juan, a
cuya reinauguración asistimos se encuentra este hermoso ejemplar de cedro del
Himalaya.
Estas
fotografías corresponden a un tilo (la primera) y a un tejo (Taxus baccata) la segunda, dos ejemplos
de la amplia variedad de árboles que pueden observarse en la ciudad y en las
pronunciadas pendientes que ciñen el casco urbano.
Pero,
al ornato de sus calles y edificios también contribuyen otras muchas plantas y arbustos,
como las reflejadas en estas fotografías: rosal, las parras (vitis) que crecen por las paredes de
algunas casas o ese guillomo situado a la entrada de la Casa de Santa María.
Y
no podemos olvidar al bien cuidado parque fluvial, donde destacan
algunos árboles de gran porte: Picea abies
(pícea), Abies pinsapo (pinsapo), Abies alba (abeto), Sequiadendron giganteum (sequoia) y algunos cedros, además de los
chopos canadienses y álamos piramidales más cercanos al río.
En
resumen, una ciudad para ver y disfrutar desde muchos puntos de vista,
especialmente cuando remite el flujo de turistas, cosa que le sucedió a nuestro
informante el día en que estuvo allí. Todo un lujo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario