Con
la presencia de los gigantes de Agón dio comienzo en esa localidad el Simposio
Internacional de Escultura, convocado por la comarca de Campo de Borja.
Junto al olivo centenario de la plaza, los Gaiteros de Albeta interpretaron algunas de sus composiciones y, seguidamente, desde el tablado instalado al efecto el Consejero de Cultura de la Comarca D. Pedro Morales se dirigió a los presentes, agradeciendo la colaboración de los voluntarios de Agón que habían hecho posible el que todo estuviera dispuesto para este importante evento. Destacó también el significado de este simposio como elemento decisivo para fomentar el espíritu de unión entre todas las localidades de la comarca, expresando su deseo de que tenga continuidad en el futuro.
Seguidamente,
habló José Antonio
Barrios quien, muy emocionado, se dirigió a sus compañeros agradeciéndoles su
participación. También tuvo palabras de reconocimiento hacia la Comarca por
involucrarse en el proyecto de manera que su sueño pudiera hacerse realidad.
Precedidos por los gaiteros artistas
y asistentes se trasladaron al frontón donde se habían instalado carpas para
cada uno de los escultores. En ellas, se habían colocado los troncos de nogal y
sabina para que los escultores realicen a lo largo de los próximos días sus
creaciones.
A la vista de todos, José Antonio comenzó cortando el tronco de su sabina, mientras los restantes escultores medían, miraban y marcaban los suyos antes de iniciar sus trabajos.
En primera fila, los niños siguieron
con enorme interés los trabajos y José Antonio tuvo el detalle de entregarles
virutas de su tronco de sabina para que pudieran conocer el intenso aroma que
desprendían y guardarlas como recuerdo de este acto.
Tras el sorteo efectuado entre los
municipios que estaban interesados, ya se sabe el destino de las esculturas que
serán creadas en el simposio: A Maleján irá la de Michel Renaud; en Bisimbre se
instalará la de José Antonio Barrios; en Mallén la de José Casamayor y,
finalmente, en Agón quedará la de Dominique Renaud.
Agradecemos a Dª. Eva Frago Corao el
envío de esta crónica y de las fotografías que le acompañan.
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