Dos jóvenes arquitectos, llegados expresamente desde Barcelona para conocerlo, nos comentaban la sorpresa que les había producido el géiser de El Pozuelo de Aragón que fotografiaron al atardecer.
No
es de extrañar pues, cuando el 31 de enero de 2015, publicamos en este blog las
imágenes que había realizado Juan Manuel Serrano Lacaba, aquel artículo alcanzó
una enorme difusión, hasta el punto de situarse en quinto lugar entre los más
visitados de la historia del blog.
Como nos decía entonces Juan Manuel, se trata de un
pozo artesiano cuyo origen hay que situarlo en los sondeos que, para la
búsqueda de agua, se realizaron en nuestra comarca durante los años 70 y 80 del
pasado siglo. Fue, en ese lugar de El Pozuelo de Aragón y a una profundidad de
325 metros, donde se alcanzó un acuífero del Jurásico. Sometido a presión por
los depósitos sedimentarios de la depresión del Ebro, el agua ascendió por el
tubo de sondeo, su única vía de salida, provocando un surtidor de unos 2 o 3
metros de altura que, desde entonces, no ha dejado de brotar.
El agua,
al salir, atraviesa y disuelve una capa de yesos, dando como resultado sulfatos
y calcio disueltos que corroen el tubo de hierro. Este hierro se ha ido
acumulando en la superficie formando la curiosa estructura que puede apreciarse
en las fotografías, semejando el cono de un volcán. Además, se da la
circunstancia de que las aguas son termales, pues salen a una temperatura de
unos 28º C y, posiblemente, con propiedades minero-medicinales, aunque no nos
consta que hayan sido analizadas ni que se haya proyectado su utilización, como
proponía Juan Manuel Serrano.
Como
puede ocurrir que haya alguien que, todavía, no lo haya visitado, insertamos
esta composición que nuestro amigo Carlos Urzainqui publicó en su blog, en la
que se aprecia muy bien su ubicación. Imágenes del géiser hay en numerosas
páginas de Internet pues, entre otras razones, figura en el catálogo de Puntos
de Interés Geológico de Aragón, publicado por el Gobierno de Aragón en 2001.
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