Quienes acceden actualmente al interior del monasterio de Veruela, deben atravesar un frondoso espacio ajardinado con parterres y grandes árboles que dan la impresión de haber crecido en ese entorno desde épocas remotas.
Sin
embargo, catalogando las postales del monasterio de Veruela hemos encontrado
una serie dedicada a la Casa de Ejercicios que los jesuitas tenían allí, a la
que corresponde la fachada que se abre a un jardín que, en aquellos momentos
acaba de ser plantado.
El
contraste entre el ayer y el hoy no puede ser más evidente pero, probablemente,
lo que muchos ignoran es que el artífice de esa transformación fue un hermano
jesuita borjanos. El Hmno. Félix Pascual Ferrández Jiménez, nacido en nuestra
ciudad el 18 de mayo de 1930 quien, tras cursar estudios en la Escuela Agraria
de Cogullada fue enviado al monasterio donde se encargó de la huerta y de la recuperación
de todas las arboledas del monasterio que se encontraban arruinadas.
Gracias
a su labor y a las modificaciones introducidas posteriormente, como la abertura
a la huerta de las pérgolas inicialmente cerradas, hoy esa zona resulta
sumamente agradable para los visitantes.
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