Pedro Domínguez Barrios nos ha remitido imágenes de las obras que se están realizando en la iglesia parroquial de San Lorenzo de Magallón, correspondientes a la quinta fase de la restauración de este Bien de Interés Cultural que, por sus especiales circunstancias, requiere constantes intervenciones.
Las obras se centran, en esta ocasión,
en cuatro puntos: El primero consiste en la construcción de un muro de
contención bajo el ábside suroeste, frente a la calle Calentejo; aunque en esta
zona la roca de yeso sobre la que se asienta el edificio, no avisaba de peligro
inminente, este muro garantizará su estabilidad, aunque estéticamente oculte la
citada roca de yeso natural.
Restauración completa en este mismo lado, de la fachada de la sacristía decimonónica. Se trata de un bello muro de aparejo toledano, al cual se le añadieron a mediados del siglo pasado unos contrafuertes de hormigón a modo de arbotantes, al parecer innecesarios, ya que este muro no presenta síntomas de desplome, sin embargo, estos contrafuertes se van a mantener. Los entrepaños entre las verdugadas de ladrillo del muro, son de piedra de yeso, y están siendo enfoscados con mortero de cal, tal como eran originalmente, como puede comprobarse en la parte superior de la fachada.
A la antigua capilla subterránea del Santo Cristo se le está
dotando de una nueva cubierta; la actual es simplemente una lámina impermeable
sobre la bóveda de cañón de ladrillo, y grava encima. Desconocemos la solución
de cubierta proyectada, pero se entiende que la ideal sería una cubierta a dos
aguas, que permitiese la ventilación del trasdós de la bóveda, solución eficaz
para suprimir la humedad mediante la corriente de aire.
Toda esta zona ya había sido restaurada
y la cúpula ciega de la cabecera de esa capilla subterránea, conocida
popularmente como “la media naranja”, había sido enfoscada con yeso de
Albarracín, que había comenzado a desprenderse de manera muy evidente.
Ahora, tras ser retirado el
recubrimiento que tenía, se ha encamisado con yeso de exteriores, previa malla
plástica. Se trata de una solución estética pero no impermeable, por lo que no
cabe descartar que vuelva a deteriorarse relativamente pronto.
Finalmente, se va a proceder a la pavimentación de la placeta de acceso a la iglesia, previa solera de hormigón, junto al ábside antiguo. Sin embargo, quedará pendiente uno de los problemas más acuciantes, a nuestro juicio, de este importante monumento, el derrumbamiento de los muros de contención de esa zona, ya muy agrietados, que pueden afectar a la iglesia, en cuyo antiguo ábside se observan fisuras que intentaron ser contenidas con un micropilotaje de cemento que no surtió los efectos esperados.
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