miércoles, 11 de mayo de 2022

Último día de la novena

 

         Las novenas han sido unas devociones que alcanzaron gran predicamento, hasta el punto en el que no había fiesta de cierta importancia que no contara con su novena correspondiente. En Borja, la proliferación de cofradías y asociaciones religiosas dio lugar a un buen número de novenarios distribuidos a lo largo del año litúrgico.

         Los cambios en las costumbres y especialmente el progresivo abandono de las prácticas religiosas ha ido provocando la transformación de las novenas en triduos en algunos casos, mientras que en otros ha conducido a su desaparición.



         Una de las pocas que se ha mantenido ha sido la que, en honor a Ntra. Sra. de la Peana, Patrona de Borja, da comienzo en la víspera de su fiesta y finaliza el domingo siguiente. A este último día corresponden las imágenes que nos ha remitido Enrique Lacleta.


         Un aspecto directamente relacionado con las novenas era la edición del texto de las mismas. En el archivo de nuestro Centro se conserva un buen número de esos folletos, tanto de localidades de la comarca como de otros puntos de España. En el caso de la novena de la Virgen de la Peana el texto se mantuvo inalterable desde el siglo XIX hasta fechas relativamente recientes. Los más ancianos aún recordarán aquel comienzo de “Soberana emperatriz de cielos y tierra”. Desde entonces la novena ha encontrado su reflejo en varias publicaciones, la última de las cuales es la que mostramos, aunque ya se anuncia su reemplazo para el próximo año.


         Un aspecto muy destacado de la novena fue el acompañamiento musical que estaba a cargo de la capilla de música de Santa María, una formación muy nutrida como muestra esta fotografía, de comienzos del siglo XX, cuando hacía tiempo que había dejado de ser colegiata.




        Su misión fue reemplazada por la Coral “Vientos del Pueblo”, ahora dirigida por Dª. Esmeralda Jiménez Ferrández, que procura mantener un repertorio basado en las composiciones que los grandes músicos borjanos dedicaron a la Virgen.



         Al finalizar la novena se procedió a trasladar la urna con la imagen de nuestra Patrona al domicilio de los nuevos mayordomos. Ello hizo posible esta última fotografía con el camarín vacío, poco frecuente ya que, mientras la Virgen está en el presbiterio se coloca allí esa urna de los mayordomos.







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