domingo, 29 de mayo de 2022

Cemento en el valle de Morana

 

         Hacía tiempo que no habíamos ascendido por el barranco de Morana. Lo hemos hecho ahora, tras visitar la central hidroeléctrica, encontrándonos con un aparcamiento para vehículos, con no demasiadas plazas, dos de las cuales estaban reservadas para personas con movilidad reducida.


         La sorpresa fue encontrarnos con que, desde allí, parte un amplio camino pavimentado en cemento, por el que tienen vedado el tránsito los vehículos de motor. La anchura del mismo y la cantidad de cemento utilizado nos llamó poderosamente la atención, pues ignorábamos a qué razones obedeció su construcción.




         El camino terminaba en una plataforma cercada con una valla de madera, desde la que se divisa una perspectiva no demasiado interesante, salvo el pequeño salto de agua (posiblemente desde el canal que la conducía hasta le central) parcialmente oculto por los árboles.

         Como desconocíamos este asunto, hemos tratado de encontrar información sobre esta extraña obra, resultando que fue llevada a cabo en 2015, con una inversión de algo más de 90.000 Euros. Su objetivo era crear un mirador para personas con movilidad reducida, pero la iniciativa suscitó la oposición de diversos colectivos de la zona que intentaron paralizarla, por considerar que esa “lengua de hormigón” en un espacio protegido constituía una nueva agresión al entorno que venía a sumarse a otras perpetradas en la zona.



      Afortunadamente, tras superar el mirador, la senda retoma su aspecto habitual y es posible disfrutar de ese entorno paradisiaco constituido por el cauce alto del río Huecha, con sus aguas transparentes, en torno a las cuales crece la vegetación.





         Árboles y plantas florecidos en esta época del año, nos permiten contemplar un espectáculo maravilloso a lo largo de todo el recorrido por el que los más audaces llegan hasta Castilla.



     

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