Se acercan los días de las fiestas de
Septiembre de Borja, este año adelantadas, un caso singular, dado que no son
fiestas patronales, como en la mayor parte de las localidades, sino que su origen
está vinculado a la feria que, por privilegio real, se celebraba a partir del
21 de septiembre.
Con ese motivo, las calles han vuelto a ser engalanadas con las tiras de banderolas que se ha convertido en el único motivo ornamental de las fiestas de nuestros municipios.
Pero, en Borja, desde hace tiempo,
llama la atención el que únicamente figuren en ellas las banderolas que
recuerdan a las enseñas de la comunidad autónoma (sin el escudo que la
caracteriza, por lo que podría corresponder a la de Cataluña) y de la ciudad
(en este caso con escudo).
Sin embargo, no está la de España. Hubo un
tiempo en que alternaba con las otras, pero cuando fueron renovadas, se omitió
la correspondiente a los colores nacionales ¿Intencionadamente?
Ya, en 2014, llamamos la atención sobre
esta anomalía que no se ha corregido. Hay una normativa relativa al uso de las
banderas que sólo por analogía podría ser aplicada en este caso, aunque sí al
de la enseña autonómica que ondea en solitario en una plaza. Pero, el que no
infrinja la legislación no quiere decir que debiéramos ser cuidadosos en cuestiones
como ésta, especialmente en unos momentos tan delicados como los actuales.
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