lunes, 18 de septiembre de 2023

Sobre la esposa del alcalde don Juan Antonio Alzola

 

         Hubo un tiempo en el que, con ocasión de nuestras fiestas, los medios de comunicación regionales, publicaban páginas especiales, coordinadas por los corresponsales locales, incluyendo artículos, entrevistas y colaboraciones de diferentes tipos.

         El 22 de septiembre de 1926, Heraldo de Aragón en su extraordinario dedicado a la Feria de Borja, incluyó una página con 30 caricaturas de personajes de nuestra ciudad, bajo el título de “Gente conocida”. El autor de las mismas era Francisco Ugalde Pardo (1903-1978), natural de Tarazona y uno de los mejores especialistas españoles en ese campo.

         Hace algún tiempo dimos a conocer esa página y, posteriormente, comentamos la personalidad de todas las personas que el caricaturista turiasonense había “inmortalizado”. Curiosamente, una de nuestras lectoras se lamentaba que, entre esa “Gente conocida” de Borja, hubiera muy pocas mujeres.



         Uno de esos personajes era el Alcalde D. Juan Antonio Alzola Aguilera (1868-1942). Médico de profesión y sobrino del cardenal Casanova, al que recibió en su visita a la ciudad, fue un hombre de integridad ejemplar, lo que le ocasionó algunas contrariedades por su forma de ejercer, con rectitud, su cargo de alcalde entre 1923 y 1926.


         D. Juan Antonio falleció el 12 de agosto de 1942 y está enterrado en el cementerio de Borja. En nuestro Diccionario Biográfico le dedicamos una amplia reseña, aunque en ella no hacíamos mención a su esposa, que tampoco aparece en la lápida del nicho donde reposan sus restos.

 

         Sin embargo, acabamos de recibir este recordatorio, en el que aparece identificada (los recordatorios son siempre una importante fuente de información). Se trataba de Dª. María Cruz Manterola López, la cual le sobrevivió casi 17 años, falleciendo en Pamplona el 7 de marzo de 1959, cuando ya contaba con 88 años de edad. Cabe preguntarse ¿Por qué residía en esa ciudad en el momento de su muerte?


         Hemos encontrado la respuesta, al conocer que Dª. María Cruz pertenecía a una dinastía vinculada a la empresa familiar más antigua de Navarra, “Casa Manterola”, fundada en 1810.

Su creador fue Cándido López (1782-1862), perteneciente al gremio de cereros, confiteros y chocolateros. Casado con Polonia Albar, tuvieron dos hijas: Trinidad y Tomasa López Albar.

Tomasa López Albar, contrajo matrimonio con Gregorio Manterola Ábalos, originario de Aoiz. El matrimonio asumió la gestión de Casa Manterola en 1845, después de regentar durante cuatro años la casa del cerero de Echauri. Tuvieron seis hijos: Cándido (casado con Dionisia Escodín Yangüas), Rosario (casada con Floriano Ezcurra Labayen), María Cruz (que fue la esposa de D. Juan Antonio Alzola), Carmen, soltera, nacida en 1875 y fallecida en 1958, y finalmente, Zoilo, que emigró a América y falleció en 1932.

 


Fue Carmen Manterola López la que se hizo cargo del negocio al fallecer su padre. Le sucedió su sobrino Antonio Manterola Escodín, hijo de su hermano Cándido, al que había criado como hijo, junto con su hermano Gregorio, al quedar huérfanos.

De generación en generación, el negocio de esta confitería tan especial, ha continuado en manos de la familia, siendo ahora Mikel y Eduardo Manterola Aldaz, quienes la gestionan.



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