domingo, 13 de julio de 2025

La leyenda del gallo y la gallina de Santo Domingo de la Calzada

         En el interior de la catedral de Santo Domingo de la Calzada, frente a la tumba del Santo, hay una jaula, cerrada con una artística reja y enmarcada con decoración en madera tallada, donde puede verse a un gallo y una gallina blancos, aunque cuando estuvimos allí recientemente, sólo pudimos ver al gallo.

 

 


Sin embargo, lo habitual es que esté la pareja que, además cuenta con una persona encargada de su cuidado, así como el de otras seis gallinas y dos gallos que se conservan en la cercana Casa del Santo de la cofradía

 


Este edificio renacentista está situado en la calle Mayor, frente a la Plaza de la Alameda, muy cerca de la catedral. Fue construido en el siglo XVI por la familia Samaniego y ampliado en el siglo XVIII por el Marqués de Ciriñuela. En su fachada figuran los escudos del Corregidor de la ciudad, Diego de Ocio y Vallejo, y el de su esposa.

Desde 1968 es Albergue de Peregrinos y sede de la Cofradía del Santo, la cofradía asistencial más antigua del Camino de Santiago, ya que fue fundada por el propio Santo Domingo de la Calzada en el siglo XI.

 

         El motivo de la presencia de esas aves en el interior de la catedral está relacionado con un milagro atribuido a Santo Domingo. Lo relató el que fuera Presidente de la II República D. Manuel Azaña, a raíz de su visita a esa ciudad, de la siguiente forma:

“Un matrimonio [alemán, que peregrinaba a Santiago], con un hijo mancebo y guapo, posó en Santo Domingo. La moza de la posada se prendó del mancebo y le requirió de amores. El mancebo rehusó. Al marcharse, la moza escondió en sus alforjas unas alhajas. Ido, lo acusó de robo. Salieron en su alcance, le hallaron el cuerpo del delito y fue ahorcado. Los padres se llegaron de noche, a recoger el cuerpo de su hijo, y hallaron que vivía. Fueron en busca del [corregidor], que estaba cenando un pollo, y diéronle cuenta del caso, [pero incrédulo] se burló diciendo: ‘Cuando este pollo eche plumas y cante, vivirá tu hijo’. El pollo, en la cazuela, comenzó a echar plumas, se alzó y cacareó vivo [por intercesión del Santo, al que se habían encomendado]”.

 


         A Santo Domingo se le representa con el gallo y la gallina, como atributos, y las aves son un símbolo en la ciudad, en forma de numerosos recuerdos. Hay un dicho relacionado con el milagro: “Santo Domingo de la Calzada donde cantó la gallina después de asada” y el propio milagro fue declarado Bien de Interés Cultural  de carácter inmaterial, por el Gobierno de La Rioja.

 

         Pero, no faltan quienes protestan por la presencia de esas aves en una estrecha jaula del interior de la catedral, en el marco de los nuevos sentimientos que han cobrado fuerza en determinados sectores. Incluso nosotros pudimos escuchar comentarios desfavorables al recorrer el interior del templo.


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