Ángel
Abad Tárdez ha pasado a la historia por ser el letrista que mayor número de
jotas escribió y así lo reconocen todos los autores que han abordado esta
cuestión. De su biografía se destaca su nacimiento el 1 de octubre de 1887 en
el zaragozano barrio de San Pablo, concretamente en el nº 76 de la calle del
Portillo que partía de la plaza del mismo nombre y desapareció al trazarse la
actual calle de conde Aranda.
Pero
lo que ignorábamos era su vinculación con Borja, dado que era hijo de Félix
Abad Sancho, natural de nuestra ciudad, y de Estefanía Tárdez Fortea, nacida en
Jaulín. Nos lo ha recordado D. Antonio Aragón quien nos ha enviado un artículo
aparecido en una antigua revista de los empleados del Banco de Aragón, firmado
con el seudónimo de “Templar” en el que se aporta ese dato y la fotografía del
escritor, la única que hemos encontrado hasta ahora.
En
nuestra biblioteca conservamos la edición de su obra Mil y una coplas de Jota aragonesa que publicó, en 1986, el
periódico El Día. Son muchas coplas
pero, entre ellas, no hemos encontrado ninguna que haga referencia a nuestra
zona, salvo una que comienza diciendo “Mi capitán es gallego; mi sargento de
Gallur”. Bien es cierto que los temas que aborda versan sobre el elogio de la
Jota, amor, sentimientos, de ronda, de picadillo, aunque hay un apartado
dedicado a Calatayud cuando la cuestión de “La Dolores” estaba en pleno auge.
No son
los únicos libros de coplas que publicó, pues hemos encontrado uno titulado 300 coplas de Jota aragonesa y otro con
jotas dedicadas A la Virgen y al Pilar,
que son anteriores.
En el
nº 135 de la revista Aragón del
Sindicato de Iniciativas y Propaganda de Aragón, aparecido en diciembre de
1936, fueron insertadas estas coplas a la Virgen. Poco antes se había producido
el bombardeo al templo del Pilar, al que la revista dedicó amplio espacio. En
la capital aragonesa se vivía, en aquellos momentos, un clima de exaltación
patriótica. De ahí que la revista incluyera también una elogiosa crítica al
estreno, en el teatro Parisiana, de la obra Patria,
de la que eran autores D. Pedro Galán Bergua y D. Enrique Pérez Pardo y en la
que habían actuado “nuestros paisanos la tiple María Vallojera y el barítono
Plácido Domingo”. Se trataba del padre del gran maestro Plácido Domingo, D.
Plácido Domingo Ferrer, nacido en Zaragoza en 1907.
En ese
marco bélico hay que situar algunas otras obras de Ángel Abad, como Rojo y gualda o Aprende el romance, niño, publicadas en el transcurso de la guerra.
Ello ha motivado que algunos autores contemporáneos le hayan inscrito entre los
escritores de una determinada adscripción política, sin percatarse de la época
y el lugar en el que transcurría su vida.
También,
en el transcurso de la guerra publicó una curiosa obra, titulada La carta del combatiente, con modelos
para escribir cartas desde el frente. Este tipo de libros eran relativamente
frecuentes en unos momentos en los que el diálogo epistolar entrañaba
dificultades para los que no estaban acostumbrados a practicarlos. De ahí que
figure entre la relación de autores que lo facilitaron.
Otra
obra localizada es Mi tierra (jotas y
joteros) así como el entremés Teatro
baturro, género con el que también se atrevió. Ninguna de ellas hemos
podido adquirirlas todavía, dado que se cotizan a un precio bastante elevado,
cuando están disponibles. Pero, en el artículo que ha dado origen a este
comentario se afirma que llegó a escribir 18 libretos de sainetes y zarzuelas,
así como otras tantas obras literarias y 28 de letras de canciones.
Menos
conocido es el hecho de que fue el autor de la letra del primer himno del entonces
Zaragoza F. C. estrenado cuando consiguió el ascenso a Primera División en la
temporada 1935-1936 y cuya música era del maestro Sapetti.
Ángel
Abad falleció el 1 de noviembre de 1945 en su domicilio de la calle Ramón y Cajal
nº 8 de Zaragoza, perteneciente a la misma parroquia en la que había nacido.
Antes
había residido en el nº 24 de la calle de Echeandía, donde por las noches,
después de cenar, organizaba sesiones de jota. El recordado D. Francisco Oliván
Bayle que asistió a ellas, recordaba en una conferencia pronunciada, en 1977,
aquel gran salón con balcones a la calle por donde pasaron las grandes voces
del momento, desde Miguel Fleta hasta joteros y tañedores de relieve. En esa
casa conoció D. Francisco a una gran intérprete de Jota que comenzaba a
destacar por los años veinte. Se trataba de Pilar Abad, “muchacha muy
formalita, fina y modosa, que hablaba poco”, pero que cantaba bien con una voz
muy agradable.
Aunque,
sin duda, habrá otras grabaciones de jotas de Ángel Tárdez, ofrecemos este enlace,
para quienes deseen escuchar una de ellas en la voz de Pilar Arcos (1893-1990),
una intérprete que, como recordaba Javier Barreiro, fue “la voz de América en
España y de España”, ya que nacida en La Habana, cuando Cuba era todavía española,
se convirtió en una extraordinaria intérprete que debutó con el cuplé,
ampliando después su repertorio. Javier Barreiro afirma que “grabó miles de
discos, sobre todo con los sellos Columbia y Victor, de muy distintos géneros:
cuplé, tango, zarzuela, canción lírica latina, canción española…”, entre los
que había que incluir la jota, como lo demuestra la grabación que ofrecemos que
la Biblioteca Nacional ofrece en red, realizada para la casa Columbia hacia
1930.
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