domingo, 19 de febrero de 2023

Sobre las chimeneas de Magallón

 

         Al dar noticia de las chimeneas conservadas en Magallón decíamos que no conocíamos el nombre de las empresas a las que habían correspondido. Ha sido Pedro Domínguez Barrios quien nos ha facilitado esos datos. En concreto, la situada en el Polideportivo perteneció a la extractora de aceite de orujo, propiedad de D. Miguel Blasco y su esposa Dª. Edelmira Martínez.


         A otra extractora de aceite de orujo, en este caso de la familia Pérez Cistué, correspondía la chimenea del actual restaurante de la carretera de Alberite de San Juan.


         En esas instalaciones se procesaban los residuos resultantes del prensado de la oliva en las almazaras. De ese prensado se obtenía el aceite para el consumo humano, al igual que ocurre, ahora, con los tres tipos de aceite: virgen extra, aceite virgen y aceite de oliva, que se diferencian, entre otras cosas por su grado de acidez.

         Pero, como subproducto del prensado queda lo que, en algunos lugares, se denomina “alperujo”, un producto integrado por el orujo de la oliva y el hueso triturado, del que también puede obtenerse aceite.

         De ahí que los propietarios de almazaras, intentaran mejorar sus resultados creando plantas extractoras de lo que se denominaba “aceite de orujo”, como ocurría en Borja y Magallón.

         En aquella época, las extractoras disponían de una caldera en la que se mezclaba el orujo con agua caliente y un disolvente (en nuestro caso el sulfuro de carbono). De ahí la complementariedad de la fábrica borjana de Sulfuro de Carbono y la extractora contigua. Se conseguía así un aceite que, fundamentalmente, era destinado a uso industrial. Uno de ellos era la elaboración de jabón; de ahí que Industrias DOR contara también con una fábrica de jabón. Otro subproducto era el “cospillo”, formado por la madera triturada del hueso, con cierta cantidad de aceite, que se empleaba como combustible.

         Actualmente, el proceso de extracción ha mejorado notablemente y el aceite de orujo resultante es apto para el consumo humano, siendo empleado para freír, mientras que el cospillo es, en definitiva, biomasa combustible.




No hay comentarios:

Publicar un comentario