Marko Ivan Rupnik es un polémico personaje nacido en Eslovenia en 1954 que, en 1973, ingresó en la Compañía de Jesús, siendo ordenado presbítero en 1985. Doctor en Misionología por la Universidad Gregoriana, cursó Bellas Artes y se hizo famoso por sus obras realizadas en mosaico y también vidrieras, que llevó a cabo por todo el mundo, especialmente después de que Juan Pablo II (que lo nombró Director del Centro Aletti de Arte Espiritual) le encargara la decoración de la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico.
Pero, en 2022, fue acusado de mantener relaciones con varias religiosas de la Comunidad Loyola de Eslovenia en 1990. Ante las denuncias de abusos le fue incoado un proceso canónico y, por otra parte, incurrió en excomunión latae sententiae por haber administrado el Sacramento de la Penitencia a algunas de las abusadas, aunque le fue levantada por el Papa Francisco. No obstante, al final la Compañía de Jesús le expulsó de sus filas, pero el proceso canónico sigue su curso.
Todas esas
revelaciones y su situación han suscitado una enorme polémica, planteándose el
destino de las numerosas obras que el exjesuita ha ido realizando por todo el
mundo.
Entre ellas se
encuentran las que hemos podido ver en la catedral de Santo Domingo de la
Calzada, que le fueron encargadas con ocasión del milenario del Santo, entre
las que destaca la decoración en mosaico de la cripta donde reposan sus restos.
La cripta está
situada bajo el maravilloso túmulo diseñado por Felipe de Vigarny y realizado
por Juan de Rasines, que está rodeado por una bellísima reja barroca hecha
Sebastián de Medina en el siglo XVIII. En la segunda foto puede verse el
aspecto de la cripta antes de la intervención del equipo de Rupnik.
Pero la cripta
no es la única obra de Rupnik en la catedral, pues también realizó varias vidrieras
y la Puerta del Perdón (en madera), todo ello en el marco del citado Milenario,
siendo esa puerta la del Jubileo concedido por esa celebración.
Pero, además,
en el Museo catedralicio se exhibe esta otra obra, que representa la
Visitación, que es de propiedad privada.
Antes hemos
hecho referencia a la polémica suscitada por el destino de las múltiples obras
de este personaje, que algunos preferirían eliminar, aunque hay quienes defienden
que se mantengan por considerar que deben ser contempladas como un Arte que no
puede ser vinculado con el comportamiento personal de su autor, aduciendo que
ha habido grandes artistas que han sido también grandes pecadores.
No obstante, en
algunos lugares ya se ha procedido a retirar u ocultar esas obras, como ha
sucedido con las puertas del Santuario de Lourdes. En España, la Universidad Francisco
de Vitoria decidió cancelar el encargo para decorar su capilla, pero otros han
preferido mantener las ya realizadas.
Capilla del Santísimo
en la catedral de la Almudena
Capilla de la
Conferencia Episcopal Española
Iglesia de Santa
María Madre de Dios. Zaragoza
Entre las muchas
obras de Rupnik que podríamos citar, ofrecemos imágenes de tres de ellas, una
en Zaragoza, que, por el momento, serán mantenidas. Hay, sin embargo, un precedente,
el del sacerdote Louis Ribes, fallecido en 1994, del que se demostró su autoría
en numerosos casos de pederastia. Sus víctimas han venido exigiendo la retirada
de sus obras pictóricas y vidrieras y, por el momento, las diócesis de Lyon,
Saint-Étienne y Grenoble han aceptado desmantelarlas. ¿Ocurrirá lo mismo con las
de Rupnik? Son casos diferentes, pero todo dependerá posiblemente del resultado
del proceso a que está sometido.




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