miércoles, 23 de enero de 2013

El Patrimonio Artístico de Gallur




            Gallur es una localidad que, en la actualidad, pertenece a la comarca de la Ribera Alta del Ebro, aunque históricamente estuvo muy vinculada a la nuestra, formando parte del antiguo Partido Judicial de Borja. Tras la Reconquista quedó vinculada a la Corona que durante todo el siglo XII estuvo a cargo de tenentes nombrados por el monarca. En 1209, Pedro II vendió el castillo y la villa de Gallur a Sancho el Fuerte de Navarra pero, por bula papal, en 1265 el rey de Aragón recobró el control del castillo de Gallur. El 7 de diciembre de 1280, Pedro III alcanzó un acuerdo con la Orden del Hospital, en virtud del cual permutaba las localidades de Amposta y Gandesa, hasta entonces en poder de los hospitalarios por las de Onda y Gallur. A partir de entonces quedó agregada a la encomienda de Mallén de la que formó parte hasta el siglo XIX.




            Entre sus monumentos más destacados se encuentra la iglesia parroquial de San Pedro Apóstol. En ese lugar existió una iglesia medieval que se encontraba junto al antiguo castillo y que, en el siglo XVI, fue objeto de importantes modificaciones. Sin embargo, el edificio actual es fruto de la reforma emprendida a partir de 1750, cuyas obras se dilataron hasta finales de esa centuria.



            Se trata de un templo de planta rectangular y cabecera recta con coro a los pies. Tiene tres naves. La central, de cuatro tramos y mayor altura, se cubre con bóveda de lunetos con arcos perpiaños decorados con casetones con rosetas. En el centro de cada tramo también se dispone un rosetón.



            Las naves laterales se cubren con bóveda de arista. Existen dos capillas añadidas en el lado del Evangelio, la de la Virgen del Pilar con bóveda semicircular ciega, sobre pechinas y la del Sagrado Corazón de Jesús, con bóveda sobre pechinas en las que figuran las armas de la familia que la levantó.



            En la nave lateral izquierda, junto al presbiterio, se encuentra la capilla de la Virgen de los Dolores, de forma cuadrangular y con cúpula sobre pechinas en la que se abren ocho vanos rectangulares.



            El acceso al templo se realiza por una sencilla portada de ladrillo, enmarcada por dos pilastras. Sobre el arco de medio punto se encuentra una hornacina con la imagen de San Pedro.



            La torre, situada a los pies de la iglesia es de planta cuadrangular y el aspecto actual responde a la última reforma efectuada bajo la dirección del arquitecto D. Daniel Olano Pérez.



            La iglesia del beato Agno está dedicada a uno de los hijos más ilustres de la población,  fray Lope Fernando de Ayn, nacido en 1190, siendo el primer aragonés que profesó como franciscano, llegando a ser nombrado por el Papa legado apostólico en el Norte de África y primer obispo de Marruecos. El templo fue construido en 1956 y es obra del arquitecto D. Regino Borobio.


     
       Entre los edificios civiles el más significativo es la Casa de los Ortega que está ligada al recuerdo de otra figura destacada el general Jaime Ortega y Olleta que, aunque nacido en Tauste, pertenecía a una ilustre familia gallurana.
       Es un edificio del siglo XVII, de fachada de ladrillo con portada en arco de medio punto sobre la que se encuentran las armas de los Ortega. La galería superior es de vanos cuadrangulares y el alero de ladrillo volado con decoración a base de esquinillas. Tras su rehabilitación, ha sido destinada a Casa de Cultura.



            Otro edificio rehabilitado, recientemente, es la Casa de los Zaldívar, construida en 1947 y que constituye un interesante testimonio de la arquitectura de esa época.





            Entre los equipamientos culturales con que cuenta la localidad podemos citar a la antigua Bodega del Canal Imperial que fue cedida al Ayuntamiento por la Confederación Hidrográfica del Ebro, siendo rehabilitada para su empleo como sala de exposiciones.


     


            Otra de las recuperaciones recientes ha sido la del edificio de la antigua estación del FF. CC. Gallur-Sádaba, convertido en albergue de peregrinos, con el deseo de preservar este sencillo edificio del siglo XIX y prestar servicio a quienes recorren el Camino Jacobeo del Ebro.












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