La
Asociación Cultural “El Patiaz” de Tauste, que recientemente estrenó nueva sede
y que tan gran labor está llevando a cabo, nos ha remitido amplia información
sobre un interesante hallazgo producido durante la cata arqueológica que, bajo su
patrocinio, se ha realizado en la avenida Obispo Conget de esa localidad.
Nos
hacemos eco del mismo tanto por su interés como por el hecho de que, en la
identificación de los restos encontrados, ha intervenido la joven historiadora
y antropóloga Dª Leyre Alconchel Navarro, de ascendencia borjana.
Como
seguramente conocerán nuestros lectores en Tauste fue encontrada una de las
necrópolis islámicas más antiguas de la península. Según el arqueólogo director
de los trabajos, D. Francisco Javier Gutiérrez González, la capacidad estimada
de la misma es de unos 4.500 enterramientos. Ahora, se ha podido constatar la
existencia de dos niveles de inhumación de enterramientos el más antiguo de los
cuales se remonta al siglo VIII.
En
la cata realizada ahora, a la que corresponde la imagen superior, se han
encontrado 12 esqueletos, nueve de los cuales correspondían a adultos y tres a
niños. Los restos han sido estudiados por la antropóloga Dª Miriam Pina Pardos,
con la que colabora Leyre Alconchel.
A
uno de esos adultos corresponde este parietal en el que se aprecia el orificio
de una trepanación practicada con fines terapéuticos. Que el paciente
sobrevivió a la operación lo demuestran los signos de regeneración en el borde
del hueso aunque, como señala el informe antropológico, hay huellas de una
lesión osteomielítica, como consecuencia de una infección posterior.
La
trepanación, con diferentes fines, se practicaba ya en época prehistórica pero
la singularidad del hallazgo de Tauste estriba en el hecho de que, hasta el
momento, los hallazgos documentados en la iglesia de Armentia (Álava) y Gormaz
(Soria) habían sido datados entre los siglos XIII y XIV, mientras que estos son
cuatro siglos más antiguos.
Al
dar cuenta de esta noticia queremos resaltar el interés de las investigaciones
realizadas con una metodología científica y cómo restos aparentemente
insignificantes pueden aportar información extremadamente valiosa.
Al
mismo tiempo, damos a conocer a nuestros lectores el trabajo de Leyre,
licenciada en Historia y especializada en Antropología Física cuyo trabajo para
el Diploma de Estudios Avanzados (DEA) versó sobre restos humanos encontrados
en dólmenes y cuevas del Alto Aragón, habiendo participado también en el
estudio de otros encontrados en Biel y en el yacimiento de Segeda.
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