Recientemente,
y por iniciativa privada, se ha llevado a cabo la rehabilitación de la fachada
de un edificio, situado en la plaza de la Planilla, con un resultado excelente
que merece la pena de destacar.
Cuando,
en los últimos años, venimos asistiendo a intervenciones agresivas que
desvirtúan, por completo, las características arquitectónicas de los edificios
del casco antiguo de Borja, una actuación como ésta, en la que se ha puesto
especial cuidado en mantener los diferentes tipos de materiales, es digna de
todo elogio.
El
mérito se acrecienta por el hecho de estar situado en una zona bastante
degradada, a pesar del interés que reviste, formando un conjunto con la aledaña
calle de San Bartolomé sobre la que, ahora, se pretende intervenir.
Si
en algún momento se pudiera recuperar el edificio contiguo en el que se apoya
el “pontete” que le une al Museo “Baltasar González” y se adecuara el pavimento
de la cuesta que da acceso a la Planilla, habríamos salvado uno de los espacios
más típicos de nuestra ciudad, muchas veces reproducido por los pintores
locales.
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