El
jueves anterior al Miércoles de Ceniza es conocido, en muchas regiones de
España, con el nombre de “Jueves lardero”, una palabra que deriva del latín lardum o tocino, pues en esa fecha se
consumían derivados del cerdo que, en la Cuaresma, estaban vedados. Es, al
mismo tiempo, la fecha del arranque del Carnaval.
En
Borja, como en otros lugares de Aragón, es el “Día del palmo”. La tradición
consistía en repartir, sobre todo entre los más jóvenes, un trozo de longaniza
o chorizo, cuyas dimensiones coincidían con el palmo del niño al que se le
entregaba. Con el palmo de embutido, frecuentemente acompañado por una naranja,
se iba a la ermita de San Jorge u otros lugares próximos, ya que esa tarde
solía ser festiva en los centros escolares. Los mayores, se reunían en las
bodegas celebrando meriendas familiares.
Posteriormente,
se introdujo la costumbre de otros “palmos” más elaborados que ha terminado por
imponerse. Son unos bollos o “pasteles” con los ingredientes que aparecen en la
fotografía superior que, en principio, se elaboraban en cada casa y que, ahora,
también pueden adquirirse en los establecimientos comerciales.
Este
es el aspecto que presentan, con los embutidos ocultos en su interior y que,
cuando se hacen con cuidado y cariño, constituyen un bocado muy apetecible,
como hemos tenido ocasión de comprobar con el que aparece en la fotografía,
generosamente donado al Centro, por la excelente cocinera que lo preparó.
Aquí
aparecen los dos ejemplos comentados, con la naranja como eje y dos botellas ya
históricas de Bodegas Borsao que, ahora, han alcanzado fama internacional con
sus nuevos caldos.
Deseamos
a todos los que hoy celebrarán esta fiesta gastronómica en nuestra ciudad, un
feliz día, esperando que sus “palmos” sean tan exquisitos como el que ayer
protagonizo nuestro particular “miércoles lardero”.
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