Durante muchos días,
Pedro Domíguez no ha mostrado diferentes tipos de abejares conservados en
nuestra zona. La mayoría de ellos se encuentran en ruinas o en grave riesgo de
desaparición, por lo que su trabajo reviste un interés especial, como documento
de un conjunto de construcciones que fueron, en el pasado, el soporte de una
floreciente apicultura.
Lamentablemente,
ninguno de los ejemplares presentados en anteriores artículos ha sido objeto de
medidas encaminadas a su preservación, a
pesar de que, en algún caso, merecería la pena intentar salvarlos. Hoy, sin
embargo, nos presenta un abejar, situado en la partida de La Virgen, en la
cabecera del barranco del Mar Menor, y muy cerca del Santuario de Misericordia.
Se encontraba en un
estado de ruina total, cuando el recordado arquitecto D. Miguel Angel Bordejé
Mugüerza decidió adaptarlo como lugar de esparcimiento.
Aunque el fin pretendido no fue el de la
rehabilitación integral del abejar, con buen criterio mantuvo las constantes de
los mismos: Desarrollo longitudial y cubierta con una vertiente hacia el Sur.
Además, y como testimonio
de su origen, se respetaron las 8
colmenas que aún existían que, en las dos fotografías anteriores, aparecen
enmarcadas por un círculo rojo.
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