Pedro
Domínguez Barrios se reincorpora a su incansable labor de búsqueda de abejares
con esta nueva entrega que es continuación del último artículo, publicado el
pasado 1 de enero.
En
aquella ocasión nos hablaba de uno, situado en el camino de los Canteros, en la
Muela Baja de Borja. Pocos metros más adelante, ladera abajo, se encuentra el de hoy.
Emplazado
en un camino que discurre en paralelo al citado de los Canteros, es de espacio
único, cuya singularidad radica en su cercado exterior.
El
conjunto queda en el interior de un recinto murado, de planta rectangular, que
en su lado Este disponía de dos espacios cerrados auxiliares. Hasta ahora, en
los abejares estudiados, estos espacios se integraban dentro de la fábrica del
propio edificio, mientras que, en este caso, estaban separados.
Por
otra parte, en torno al muro donde se abrían las piqueras existía otro pequeño
cercado de anchos muros de piedra.
Tenía capacidad para 30
colmenas y es curioso que este número suele ser frecuente en varios de los
abejares que hemos visto. El acceso se realizaba por el testero Este.
En el testero Oeste existe una ventana cegada en
la que se indica la fecha en la que se llevó a cabo: 19 de enero de 1956.
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