Dentro
del conjunto de casas levantadas en el siglo XVII, señalaremos una serie de
edificios en los que la galería superior está resuelta
mediante vanos rectangulares, a diferencia de los anteriores en que estaba constituido
por arcos de medio punto, aunque somos conscientes de que no se ajusta a una
cronología estricta.
Uno
de los edificios más importantes de esta etapa es el que se levantaba en el
lugar que ahora ocupa la nueva Casa
Consistorial. Decimos que se levantaba, ya que la rehabilitación se ha
producido tras derribarse la mayor parte del mismo. En las fotografías que
reproducimos puede apreciarse cuál era
la situación antes de la reforma.
Esta
es la situación actual, en la que junto al cuerpo adosado a la fachada
posterior, ahora principal, se advierte la unificación de los volúmenes en las
correspondientes a la calle de Santa María.
Un
caso parecido es el de la Casa de los
Salvadores un gran palacio ubicado en la calle de Santa María nº 10, en
cuyo cuerpo principal destaca la galería de vanos rectangulares, la piedra
armera y una reja.
Adosado
a él se encontraba otro cuerpo, de tipología diferente y, probablemente, más antiguo
ya que su galería era de arcos de medio punto.
El
edificio fue rehabilitado y se ha conservado su fachada, en la que se
introdujeron algunas modificaciones en los voladizos de los vanos de la misma.
Sin
embargo, el resto de la casa fue reedificado y lo que es más llamativo,
desapareció ese cuerpo anexo al que anteriormente hemos hecho referencia.
Otro
edificio conservado, aunque con modificaciones es la casa de los Ximénez y Gimeno, situada en la calle San Miguel 1-3-5,
en cuya fachada se conservan las armas de la familia.
En
la calle de Goya se levantaron antaño una serie de casas de gran interés de las
que, en la actualidad, se conservan algunas en deficiente estado. La fotografía
superior corresponde al edificio ubicado en el nº 2-4 de esa vía.
Este
otro está situado en el nº 20 de la
misma calle, también en estado de abandono, a pesar de que por sus
características mercería ser conservado.
En
mejor estado, aunque alterada, se encuentra la que fuera Casa de los Morales, en la calle Ramón Salvador nº 16-18, el cual
conserva en su fachada las armas de esta importante familia.
La
que ya ha desaparecido es la Casa de los
Quintana, en la plaza de la Constitución nº 2. Era un pequeño edificio que
ya había sufrido remodelaciones y que tenía en su fachada el escudo de la
familia.
Tras
su derribo se levantó este otro edificio, de tipología y volumetría muy
diferente, colocando la piedra armera en el interior del nuevo porche.
De época posterior es
este interesante edificio, situado en la calle
San Miguel nº 21, construido en aparejo concertado, de mampuesto con fajas
de ladrillo, en el que destaca la galería superior de arcos de medio punto y un
alero de media caña con lunetos, decorado con motivos florales.
Dentro de los edificios neoclásicos hemos de
destacar la Casa de los Jaime,
situada en calle Santa María 42, aunque también tiene fachada a la calle Goya,
a través de un jardín. La carretera de Mallén la atraviesa a través de un
pasadizo integrado en el edificio.
La fachada de la calle de Santa María está rematada
por un alero de yeso de media vuelta y en ella se conservan las armas de la
familia, mientras que en la otra, bajo el alero se disponen una serie de
óculos.
Entre los edificios del siglo XIX, se encuentra el
antiguo hospital, construido con el legado que D. Tomás Gallego, por testamento
de 26 de junio de 1845, para acoger al que, en aquellos momentos, era conocido
como Hospital de Nuestra Señora del Buen Suceso.
Tiene dos plantas a la calle de la Villa y tres en
la parte posterior. La fachada principal se decora con una moldura de yeso, a
manera de imposta, separando ambas plantas. La gran puerta de acceso se abre en
un cuerpo ligeramente resaltado y coronado por un frontón triangular.
A finales del siglo XIX se instaló en el centro una
comunidad de Hermanas de la Caridad de Santa Ana que, además de los cometidos
sanitarios, abrieron un colegio en el edificio. Cuando las religiosas dejaron
Magallón, a mediados del siglo XX, quedó abandonado y, recientemente, ha sido
restaurado por el ayuntamiento de la villa para ser destinado a usos
culturales.
Dentro de las escasas muestras de la
arquitectura de la primera mitad del siglo XX destaca este edificio, con
fachadas a la plaza de la Constitución y a la calle Ramón y Cajal. Con vanos
bien distribuidos, destacan la carpintería de las ventanas de la planta
superior como motivos modernistas.
Terminamos el recorrido que, a través de varios
artículos, hemos efectuado por el conjunto de edificios que conserva Magallón
con esta imagen de San Miguel que se existe en la fachada de una de las casas
de la calle del mismo nombre. En esa zona existió un antiguo templo dedicado al
arcángel que desapareció.
A
todo lo reseñado deberíamos unir la relación de pilares votivos existentes en
el término municipal que, sin embargo, ya fueron objeto de atención especial en
el libro que Pedro Domínguez Barrios y Manuel Gracia Rivas editaron en 2011.
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