La
iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Gallur es uno de los monumentos más
destacados de esta localidad y, a lo largo de los últimos años, ha sido objeto
de importantes trabajos de rehabilitación que han renovado completamente su
aspecto. Está enclavado en la parte más elevada del casco urbano y, desde allí,
se divisa un hermosa panorámica con el río Ebro que corre a sus pies.
Esta
circunstancia ha influido, sin duda, para que el renovado monumento haya sido
escogido por las cigüeñas para establecer sus nidos. En una reciente visita
hemos podido comprobar que el número de parejas que colonizan sus tejados ha
experimentado un creciente significativo. A simple vista, pudimos contar 15
nidos pero, seguramente, serán más.
Se
encuentran en todas partes, tanto en la fachada anterior como en la posterior y
en la propia torre. Aún no puede competir con la colegiata de Alfaro, donde han
llegado a anidar 150 parejas, constituyendo la mayor colonia de estas aves en
Europa, pero a este paso pronto se le acercará, con los riesgos que ello
entraña para el edificio.
El
problema no es de fácil solución ya que, en estos casos, entran en colisión los
intereses de quienes defienden la Naturaleza y los de que se preocupan por la
preservación del Patrimonio Arquitectónico. En este sentido, recordamos la
polémica originada hace años cuando el párroco de Gallur, ya fallecido, retiró
el único nido que entonces existía. Sin duda, existirán procedimiento para
conciliar ambas posturas y seguramente los técnicos correspondientes habrán
estudiado las repercusiones que el peso de los nidos provoca en el edificio y
el número de los mismos que puede soportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario