Ayer
fue sustraída la bandera de España que, habitualmente, ondea en la fachada
principal de la Casa de Aguilar. Aunque el hecho fue detectado a las cuatro de
la tarde, no podemos precisar la hora exacta en que ocurrió.
Lamentablemente,
no es la primera vez que ocurre. En dos ocasiones la bandera de España fue
arrancada y, en una de ellas, quemada. Siempre se respetaron las de Aragón y de
la Diputación Provincial. En este caso, el modo de actuación ha sido diferente,
pues la bandera ha sido soltada de los mosquetones con los que está sujeta a la
driza, por lo que cabe la posibilidad de relacionar esta vandálica actuación
con la celebración del partido de la selección española. Sin embargo, lo
preocupante es que el balcón se encuentra a una altura considerable y no es
fácil trepar hasta allí. Existe, por lo tanto, un riesgo físico evidente que
han asumido las personas que perpetraron esta acción.
Con
motivo del hecho que estamos comentando, pudo comprobarse que han sido
arrojadas piedras al balcón, procedentes del pavimento, y que continúan las
sustracciones de plantas en las jardineras de la plaza. Recientemente hemos
tenido que reponer las que había en los maceteros situados junto a la puerta
principal de la Casa de Aguilar, tras ser arrancadas y arrojadas al suelo.
Son
hechos lamentables, protagonizados por un sector minoritario de la población,
que ocasionan unos gastos. Reponer la bandera cuesta dinero y molestias, pero
aún lo es más el tener que incrementar las medidas de seguridad con que cuenta
interiormente la casa.
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