Una
de las imágenes marianas más importantes de nuestra zona, tanto desde el punto
de vista artístico como histórico, es la de la Virgen del Capítulo de
Trasobares, Patrona de la villa, que se veneraba en el Real Monasterio de Santa
María de la Piedad de esa localidad y, en la actualidad, en su iglesia
parroquial donde fue objeto en la noche del 26 al 27 de marzo de 1975, de un
espectacular robo que suscitó un gran interés en los medios de comunicación,
aunque años más tarde pudo ser recuperada.
Según
una antigua tradición, difundida por el P. Roque Alberto Faci, en su obra Aragón, Reyno de Cristo y Dote de María
Santísima, publicado en 1739, la imagen fue hallada de manera casual, en
los alrededores de Trasobares, por el rey Sancho Ramírez cuando se dirigía a
parlamentar con el rey de Castilla, estando todavía el territorio bajo el
control de la taifa zaragozana. Un acompañante del monarca la vio cerca del
camino, en medio de un gran resplandor y rodeada de ángeles. El rey la tomó
consigo y la llevó, de regreso, al monasterio de San Pedro de Siresa de donde
volvió a Trasobares en tiempos de Alfonso I el Batallador, pasando a poder del
monasterio tras su fundación. Hasta aquí la leyenda que carece de fundamento
histórico. Pero, lo cierto es que la imagen era venerada en el interior del
monasterio y que le eran atribuidos numerosos prodigios.
Ahora,
en la catalogación que D. Alberto Aguilera está realizando de los fondos de la biblioteca
del convento de Santa Clara de Borja, ha aparecido una novena impresa en
Zaragoza por Luis Cueto “Impresor del Rey nuestro Señor”. Aunque no lleva
fecha, atendiendo a las fechas en las que estuvo este impresor, podemos datarla
en la segunda mitad del siglo XVIII.
El
librito de 24 páginas es muy interesante ya que no conocíamos ningún ejemplar
del mismo y, de hecho, no aparece en el Catálogo del Patrimonio Bibliográfico
Español.
En
su página sexta y dentro de la deprecación para todos los días de la novena se
hace referencia a la leyenda sobre su origen que hemos citado, ligándolo al de
la fundación del monasterio, destacando entre sus “favores” el “de manifestar
vuestra Imagen entre celestiales luces que desterraron las sombras de la noche al
fugitivo, pero felicísimo Rey Don Sancho, para que, por tan imprevisto medio,
se diese a Dios el monástico culto cisterciense por la Real fundación”.
Se
incluyen también los Gozos a la Virgen que, lamentablemente no está completos,
pues se ha perdido una hoja, la correspondiente a las páginas 13 y 14 donde
figuraba el final de los mismos.
Hemos
querido dar cuenta de este hallazgo, con la esperanza de que exista algún otro
ejemplar que nos permita completarlos. Es probable, por otra parte, que se hayan
seguido cantando en Trasobares estos gozos, aunque no se citan en el reciente
libro publicado por D. Joaquín Jiménez Sena sobre el monasterio ni tampoco el
que escribió D. Miguel Ángel Pérez Gil sobre El habla, historia y costumbres de Oseja y Trasobares, editado en
1995 por la Excma. Diputación Provincial de Zaragoza.
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